Placeres
Todas las mañanas me tomo un café donde Ramiro
![Historias a media mañana con Espido Freire (23/03/2017) - Placeres](https://cadenaser.com/resizer/v2/B4OGACO7ZNNMPBURARESQISHCU.jpg?auth=cad73faead6e3dac38e442d9d3ec6fccf0704f20ca18bf98bcd12e94752df0e9&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Historias a media mañana con Espido Freire (23/03/2017) - Placeres
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Madrid
Permitidme que me ponga poético. Yo interpreto todo (la lluvia, los impuestos, las conversaciones casuales) tras los cristales de la poesía. De otra manera, nadie sería capaz de soportarme, ni siquiera yo. Todas las mañanas me tomo un café donde Ramiro; es una cafetería de las de toda la vida, que antes se llamó el Bristol, y ahora ya ni lo sé. Donde Ramiro, que sabe que en ese café matutino, en ese ritual de espuma y aroma, deposito gran parte de mi tranquilidad diaria.
Leo el periódico, me tomo un par de churros. Agito el café, ya sin espuma, con la cucharita rugosa de azúcar. Me regodeo. Aprecio el momento. Pero hoy, cuando ya el café menguaba, se extinguía, ha emergido algo inesperado. Una mosca. Un moscardón. Muerto ya, con las alas apagadas y las patas encogidas. El asco que interrumpe el placer. El día, que prometió ser luminoso, truncado. La naúsea en la garganta.
¿Dé dónde viene esa mosca? ¿Dónde ha estado? ¿Habrá más? Miro a mi alrededor, busco a Ramiro o a uno de sus camareros, siempre agradables, siempre correctas sus uñas cortas y pulidas. Me tapo la boca con una de las servilletas de papel. La arrojo sobre la mosca. Está del todo tiesa en el platillo, no ha sorprendido con una de esas súbitas resurreciones tan propias de las moscas dadas por muertas.
Pero el día deberá continuar. Recojo la mosca con el papel, la arrojo al suelo. Era un buen café, pese a todo. Así es la vida. Eliges recordar el café o la mosca.