Ariadna Gil: "En el ejército he descubierto un mundo desconocido"

Madrid

Aunque el director Daniel Calparsoro ya se ha acercado, alguna vez, al ejército español —lo hizo en Guerreros (2002) y en Invasor (2012)—, nuestro cine no suele aludir a las guerras contemporáneas. Por ello, llama la atención uno de los estrenos que habrá el viernes en las salas, Zona hostil, ópera prima del realizador Adolfo Martínez y protagonizada por Ariadna Gil. Es una historia real en la que acompañamos, durante una noche, a la misión española en Afganistán. 

"En el ejército he descubierto un mundo desconocido. Hay muy poca comunicación entre el mundo civil y el militar", comenta Gil, que pasó parte de su preparación como actriz en la base de Torrejón de Ardoz. Junto a ella, en la conversación, se encuentra la comandante Montserrat Roldán, la médico militar que inspiró a la protagonista de la película. En Afganistán, trabajó no solo en los hospitales de campaña, sino sobre el terreno y a bordo de un helicóptero lleno de equipamiento médico. La película cuenta con el apoyo del Ejército de Tierra, que prestó sus vehículos y algunos soldados al rodaje. "El ejército es parte de la sociedad, y somos un reflejo de ella", cuenta Roldán.

"Aunque los médicos siempre trabajamos de pie, en un helicóptero, en marcha, trabajamos de rodillas. Por la noche, a oscuras, solo con unas gafas de visión nocturna. Y con las puertas abiertas. Las mantas con las que tapamos a la baja se vuelan". Ese helicóptero en el que trabaja Roldán vertebra la película. Cuando vuelca durante un aterrizaje, el ejército intenta recuperarlo. Y quienes se encuentran junto a él pasan la noche, esperando la ayuda de sus compañeros, al aire libre, en un territorio en el que puede haber insurgentes afganos. "Ariadna Gil refleja bien la seriedad con la que trabajamos. Desprende esa templanza", apunta la médico militar.

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¿Y traerá cola, un largometraje repleto de banderas de España en la que, incluso, se recita uno de los espíritus de la Legión? "Es una película de acción, de aquellas que no solemos ver en nuestra industria. No es un anuncio sobre las fuerzas armadas", anota Gil. Como cuenta, las enseñas españolas adornan los uniformes de los personajes, porque así ocurre, en el caso de los militares. "Lo que aporta la película no es polémica, es información. Es bueno que los españoles sepan lo que hacen sus fuerzas armadas", cuenta Roldán.

De hecho, y aunque las noticias siempre se han referido a una misión humanitaria, o como mucho una intervención, en Afganistán, la película habla sin tapujos de una guerra, en la que los soldados disparan y matan. La misma protagonista empieza la obra hablando de la vida y acaba desenfundando su pistola. "Igual que llevamos el instrumental médico, llevamos el arma. Forma parte de nuestro uniforme y nuestra labor. No son incompatibles. A veces, para salvar una vida, hay que disparar".