Sexo con quien yo quiera
Esta semana la Tana ha hecho un alegato en pro del egoísmo (en la cama, claro)

Getty Images

Madrid
No seré yo la que niegue sentirme poderosa cuando mis amantes disfrutan en la cama. Sospecho que parte de mi más firme intención de llegar hasta ahí pasa por la necesidad de que alimenten mi ego. Si cada vez que folláramos lo hiciéramos solo por que así lo quiere el de enfrente, no tardaríamos en dejar de tener sexo. Me gusta que mis amantes disfruten, pero más, pasármelo yo divino.
Yo no visto el disfraz de víctima. Considero cada uno de mis polvos una posibilidad, pero no una imposición; una elección, que no una obligación. Intento ser honesta. Nos hemos pasado demasiados siglos obligadas a ser la sombra de los hombres, la luz que ilumina sus sueños; colocaditas detrás, ubicadas a su estela. Casi nos acostumbramos a pasar desapercibidas incluso cuando lo mejor que puede pasar, ocurre entre nuestras propias piernas.
Seré egoista y pensaré solo en mí. Follaré con quien elija y solo le pediré permiso a la persona que quiera seducir. Prometo apañármelas como pueda, si la cosa no sale bien. Y jamás de los jamases responsabilizaré a nadie que no sea yo de mis propios fracasos.
Estoy preparada para perder. Pero no para engañame con falsos triunfos.
Todo esto me pasa por no saber fingir...