Cinco años sin Whitney

Madrid

Whitney Houston, La Voz, se pasó la vida de escenario en escenario. Empezó su carrera en los 80, mezclando la música disco con grandes baladas de soul, blues, gospel y R&B que la convertirían rápidamente en la artista femenina con mayores éxitos, con más galardones y ventas hasta el momento y durante un buen tiempo: ha vendido más de 150 millones de copias, tiene 11 números 1 y cinco películas, entre ellas la archiconocida The Bodyguard junto a Kevin Costner. La última se estrenó en el año de su muerte, Sparkle.

A pesar de que Bobby Brown le fue infiel desde el comienzo de la relación, Whitney se enganchó a él en la década de los 90 y a esa relación disfuncional, llena de altibajos, con violencia y abusos de por medio, drogas, alcohol y otros excesos.

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En 2002 vimos y escuchamos a una Whitney tan desmejorada física, vocal y mentalmente que se retiró durante siete años. Siete años en los que vimos esas imágenes de Whitney como una mendiga, y en las que leímos y escuchamos el grito de auxilio de sus amigos y familia.

En 2009 regresa con una nueva voz y desintoxicada, dice. Inicia una gira de conciertos que arranca mal y acaba peor. "Quien quiera escuchar a la Whitney de los 90 que se compre sus discos", decían sus productores (lo mismo que dicen muchos ahora, por cierto, cuando lamentan que Mariah Carey no suene tampoco igual que hace 25 año). 

Aprovechando la nube del volcán islandés que paralizó el espacio aéreo de Europa en 2010, Whitney canceló buena parte de su gira, entre otras paradas las previstas en Canarias, y volvió a retirarse. El resto de la historia ya la conocen. Hoy su cuerpo descansa junto al de su hija, fallecida en similares circunstancias hace dos años.