Partidos imprescindibles
Hoy la SER les cuenta que el propio Iñigo Errejón da por supuesto que no seguirá como secretario político ni portavoz parlamentario si su propuesta sale derrotada
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Madrid
Nada es igual en la política española que hace tres años, y todo lo que ha ocurrido en este tiempo vertiginoso era imprescindible para agitar una vida institucional viciada de años sin más explicaciones que las que quisieran darse y darnos los dos partidos que hoy siguen siendo mayoritarios. Pero habiendo cambiado todo tanto, la vida pública sigue estando en manos de los partidos políticos, que son los instrumentos que vehiculan las aspiraciones de los ciudadanos en las democracias. Por eso es muy importante cómo se resuelvan los congresos que agitan a los partidos españoles estos días.
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En Podemos sigue siendo particularmente enconando el camino a Vistalegre II. Todo parece indicar que de su asamblea saldrá una dirección que prescinda de parte de su capital humano. Hoy la SER les cuenta que el propio Iñigo Errejón da por supuesto que no seguirá como secretario político ni portavoz parlamentario si su propuesta sale derrotada. El mecanismo interno de los partidos nuevos es tan despiadado como el mecanismo interno de los viejos. Aunque a la derecha todo se lleve en silencio y la izquierda ofrezca continuamente un espectáculo cainita, dispuesta a resucitar los límites ideológicos, programáticos, de matices y orillas en cuanto la ocasión le es propicia.
Así en el siglo XXI, como en el XX. A mayor gloria del PP o de Ciudadanos, que ha resuelto su congreso con un porcentaje de apoyo al líder, a Rivera, de los que no se recuerdan; o Rajoy, que saldrá elegido presidente este fin de semana, sin primarias, sin haberse aplicado el cuento de la regeneración y la participación que fue el santo y seña de la revuelta ciudadana que fraguó el Parlamento a cuatro que hoy tenemos.