¿Verdad que no era tan difícil?

Madrid

Hoy ha declarado ante el juez el extesorero del PP, Luis Bárcenas. Mucho más comedido y sin grandes ataques al que fue su partido, sí ha reconocido la existencia de una caja B, una contabilidad paralela que ideo su predecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta. Esto es lo que ha dicho pero lo ha dicho retorciendo el lenguaje, eso que tanto le gusta a algunos miembros del PP. Según Barcenas no es una caja B, es una contabilidad extracontable, interprétenlo como ustedes quieran y quédense con el concepto. Contabilidad extra contable.

Parece la secuela del despido en diferido que también hacía referencia a Bárcenas y que acuñó María Dolores de Cospedal. Otra vuelta de tuerca al lenguaje de alguien que hoy ha sido mucho más directa en su comparecencia en el Congreso. La ahora Ministra de Defensa ha pedido perdón de parte del Estado a los familiares de las víctimas del Yak.

Es la culminación de la gestión de la ministra desde que volvió a estallar el caso con el informe del Consejo de Estado. Ha sido la primera ministra del PP que recibe a los familiares, asumió el dictamen del Consejo y hoy se convierte en el primer miembro de un gobierno del PP que pronuncia la palabra perdón.

En medio el apoyo de muchos populares a Federico Trillo, la salida de Trillo de la embajada en Londres, su desautorización por parte de Rajoy y hoy, finalmente, casi 14 años después, la palabra perdón. Y los familiares la han podido escuchar en directo, porque, en una decisión sin precedentes, se ha permitido su asistencia a la comparecencia de la ministra en comisión.

Nada devolverá la vida a los muertos, nada impedirá que las familias sigan sintiendo el dolor más intenso, pero lo de hoy, la petición de perdón, es una gran victoria de ellos, de los padres, hermanos, esposas, hijos de los fallecidos que llevan casi 14 años luchando para ello.

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Enhorabuena. Y al gobierno, ¿verdad que no era tan difícil? Ahora, tras la petición de perdón toca aclarar toda la verdad sobre el caso. María Dolores de Cospedal tiene la oportunidad de seguir enmendando tanta indignidad.