5 años del Costa Concordia en 5 fotos
El naufragio fue el resultado de una serie de catastróficas torpezas del capitán Schettino. Murieron 32 personas
Otro histórico naufragio, justo cuando se cumplía un siglo del hundimiento del Titanic
El naufragio
Imagen: Gregorio Borgia
Madrid
Los primeros fallos en el fluido eléctrico quedaron registrados en las grabaciones de los vídeos de seguridad a las 21:31 horas del viernes 13 de enero de 2012. A bordo viajaban 4.229 personas, 3.216 pasajeros y 1.023 miembros de la tripulación. El desconcierto fue total. Cundió el pánico. Las primeras órdenes de seguridad y evacuación no se dieron hasta una hora después del choque y posterior encallamiento del buque.
La tragedia
Imagen: Jonathan Danko Kielkowski
La rápida inclinación a estribor del Concordia desaconsejó el lanzamiento de los botes salvavidas. En total, 32 personas perdieron la vida y 157 resultaron heridas. El barco había entrado al servicio de Costa Cruceros en julio de 2006, siendo el barco más grande construido en Italia hasta el momento. Costó 450 millones de euros.
El rescate
Imagen: Agencias
Las operaciones de rescate y búsqueda de supervivientes se prolongaron durante todo el sábado 14 de enero, hasta la puesta de sol. Los bomberos salvaron a 60 personas que habían quedado atrapadas en el barco. El número de supervivientes superó con creces la capacidad de hospedaje de la isla de Giglio (de apenas 2.000 habitantes) y las autoridades habilitaron colegios, guarderías e iglesias.
El otro rescate
Imagen: Agencias
La operación de rescate del buque encallado, de 114.500 toneladas, fue inédita en la historia. Primero se construyó un fondo artificial construido a 30 metros de profundidad. Para sacarlo a flote se utilizó un ingenio de cables y contrapesos, para terminar con una serie de tanques de aire pegados a babor y estribor que acabaron de reflotar la embarcación. El desguace del Costa Concordia finalizó en el puerto de Génova en mayo del año pasado.
El capitán
Imagen: Captura de TV
Francesco Schettino, una deshonra naval. Toda la responsabilidad del accidente recayó en el capitán, que realizó una maniobra imprudente y al margen de las cartas de navegación para acercarse a la costa. Tras el siniestro, huyó a tierra firme en plena operación de rescate, abandonando al pasaje y a su tripulación. En 2015 fue condenado a 16 años de cárcel, una sentencia que fue ratificada el año pasado.
