Donald Trump, ¿un templario?
Entrevistamos a Hovik Keuchkerian, Javier Gutiérrez y Carlos Bardem, protagonistas de Assasin's Creed, una cinta que nos da algunas lecciones sobre el racismo y la violencia
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Madrid
Una de las cosas que debemos agradecerle a Justin Kurzel, director de Assasin's Creed, la adaptación del famoso videojuego a la gran pantalla, es haber dejado la parte que trascurre en la España del Siglo XV y de la Inquisición en castellano. Dice el director australiano que la rodaron en inglés y en castellano y que tuvo que discutir con la Major para lograr que se quedara en una cinta bilingüe.
Este detalle contribuye a hacer que Assasin's Creed sea una cinta de acción y aventuras, que bebe de la narrativa del videojuego, pero que aporta una dimensión mayor. La historia y la temática son profundas, reflexiona sobre la violencia, sobre el racismo y sobre la libertad.
"Creo que de lo que estamos hablando es de esa lucha eterna entre libertad, libre albedrío y autoritarismo. Que la seguimos viviendo ahora. Yo creo que Donald Trump es un perfecto Templario" Decía Carlos Bardem.
"Es un paralelismo que podemos traer a nuestros días por desgracia, sigue habiendo un poder represor que nos quiere anestesiar", decía Javier Gutiérrez.
Los tres actores están contentos de haber participado en un proyecto de tal magnitud y de haber desarrollado sus personajes, oscuros cristianos al servicio de los Templarios. Sin embargo, ven este estreno con envidia porque el cine español ha aprovechado poco su historia.