El lugar donde se dan más abrazos por hora

Barcelona

Pocos lugares de una gran ciudad se concentran más abrazos por hora, que en un aeropuerto y mucho más en estas fechas navideñas, de reencuentro. Esta mañana Hoy por hoy con Gemma Nierga ha vivido en directo uno de ellos. Ha sido en el de Barcelona-El Prat, el segundo del país, han pasado hasta diciembre, 41 millones de viajeros. Entre ellos estaba Joan, un joven que estudia ESO y que tenía que volver de Minessota. Sus familiares, en la puerta de llegadas, estaban muy nerviosos. "Hace 5 meses que no le vemos" explicaba su padre. Después de unos minutos de nervios, Joan salía por la puerta envuelto en una bandera del Espanyol y se desbordaba la emoción. "Le vemos muy bien, con el pelo muy largo" bromeaba su progenitor.

Para que se produzcan reencuentros como este, el aeropuerto, una infraestructura en la que trabajan más 20 mil personas, tiene que funcionar como un reloj suizo. "Lo más importante son los pasajeros, sin personas es una instalación sin vida" explica su directora, Sonia Corrochano. Pero en días como este, tras sucesos como el ocurrido en Berlín, los aeropuertos son también punto de preocupación "Hace tiempo que se incrementó el nivel de seguridad, en cualquier caso son infraestructuras críticas" reconoce Corrochano. Y es que tal y como explica su directora, por el aeropuerto pasan unos 100.000 pasajeros cada día. "Y a esto hay que añadir las personas que trabajan, 20.000. Y además las familias, los taxistas…"

Pero los aeropuertos han evolucionado en los últimos años… y se han convertido en auténticos centros comerciales con una oferta de tiendas que no deja de sorprender. Entre ellas sigue destacando un clásico: los Dutyfree. Jordi Bret, Director de WDF/Dufry, responsable de los dutyfree de los tres aeropuertos catalanes reconoce que el aumento de rutas ha generado una diversidad de perfiles. "En Barcelona contamos con un perfil internacional, de lujo. Asiáticos, rusos….". Seguro que más de uno se ha preguntado por qué nos piden la tarjeta de embarque cada vez que entramos en una de estas tiendas. "Tenemos que identificar el destino, si es fuera de la Unión Europea será sin impuestos". En definitiva, un pequeño mundo, el del aeropuerto, en el que los abrazos son el broche final al trabajo de miles personas.