Es doloroso hacerse mayor

Madrid

Se enfadan mucho los chicos de Podemos si los medios hablamos de sus diferencias. En realidad se enfadan mucho por cualquier cosa, que parece que han nacido con la señal en la frente de la virginidad y a base de un feroz matonismo en las redes sociales han conseguido ganarse la impunidad ante las críticas. Que cualquier cosa que se les diga es solo producto de la odiosa casta y sus lacayos todos vendidos al capitalismo en general, al Ibex 35 en particular, y si me aprietan, hasta al sionismo internacional. Como este modesto Ojo, sin duda alguna.

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Pues dirán los pimpollos lo que les dé la gana, están en su derecho, pero los dirigentes de Podemos andan a la greña y no hay nada más que ver lo que dice el gran jefe Pablo Iglesias, el segundo gran jefe Íñigo Errejón, el tercer el gran jefe Pablo Echenique, e incluso el zascandil Monedero, siempre de allá para acá dando lecciones a todo quisqui desde su pretendida superioridad moral e intelectual. Menudo es él. 

Cierto que no deben asustar esos enfrentamientos, son lógicos e incluso necesarios para que esta formación de aluvión, todavía en la fase de infancia, vaya depurando sus programas. Y personas, claro. Porque muchos de los hoy mandones se quedarán por el camino. Viven una lógica crisis de identidad y de crecimiento.

Es doloroso hacerse mayores.