Perdidos y olvidados

Madrid

Objetos de joyería en oro y plata, productos electrónicos, gafas, cinturones, instrumentos musicales, carros de bebé, etc. Objetos muy variados que dejamos olvidados y en la mayoría de los casos damos por perdidos. ¿Reconocen esa sensación? Buscar y no encontrar el monedero, el móvil, un anillo, un bolso... Nunca se han preguntado dónde van a parar las cosas que perdemos en nuestro día a día, cuando salimos a la calle, nos montamos en un autobús, en un avión, en el metro o en el tren, incluso cuando caminamos por la calle. Muchos de esos objetos se pueden recuperar porque en casi todas las ciudades (más o menos grandes) existen las oficinas de objetos perdidos. Hemos visitado la de Madrid, 800 metros cuadrados de almacén en pleno centro de la ciudad. Desde enero de este año hasta el 23 de noviembre la oficina recibió más de 50.400 objetos de los que han entregado algo más de 10.200

Al entrar en la Oficina de Objetos Perdidos de Madrid lo primero que encontramos es un arco de seguridad y, tras una cristalera, las mesas de los funcionarios. Al fondo a la derecha, esperando, está una de las guardianas del 'tesoro', Lola Feded, responsable de esta oficina que pertenece al área de Gobierno, Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid. "Habéis tenido suerte. Acaba de llegar una furgoneta con varias cajas llenas de objetos recuperados en el aeropuerto de Barajas". Es lo primero que nos dice mientras abre una puerta de metal que nos conduce al almacén. "Ahora mismo tenemos 40 carros de la compra, una freidora, cascos de moto, ventiladores, carritos de bebé, instrumentos musicales, y 1.300 relojes. Es lo que más se pierde en los aeropuertos. Al pasar los controles, muchas personas se los quitan y, con las prisas, se olvidan de volver a cogerlos", explica.

En este almacén encontramos de todo. Varios pasillos con estanterías gigantes en los que se guardan todo tipo de objetos. Ordenados, clasificados por la fecha en la que se han encontrado: bolsas (2.252), cinturones (4.719), documentación (4.051), joyas (5.885), gafas (4.604) o monederos (10.707). "Cuando el objeto recuperado llega al alamacén, se informatizan sus datos antes de almacenarlos. Hay dos maneras de recuperarlo, bien porque exista alguna seña que permita identificar al dueño o porque la persona se pone en contacto con nostros", dice Lola.

Además de los diversos objetos que se almacenan, también se recupera dinero. "Casi 97.000 euros tenemos en este momento, contabilizados hasta el 31 de octubre. Hemos conseguido devolver más de 22.000. Y he de decir que aparecieron dos boletos de lotería premiados con 30.000 euros. Loterías y Apuestas del Estado tiene el dinero retenido, si transcurrido el plazo no se reclama, el hallador cobrará el premio", afirma Lola.

Trascurridos dos años desde que se almacena el objeto, si nadie lo reclama, pasa a ser propiedad municipal. Al tener valor material estos objetos son subastados. "Se ven aquellos objetos que pueden ser donados a onegés, como sillas de ruedas o muletas. La Policía Nacional nos pide mochilas y maletas para entrenamiento de perros. El material eléctrico o electrónico se entrega a las empresas que reciclan este tipo de residuos. Lo textil se da a la empresa que tiene un contrato con el ayuntamiento para que se hagan cargo de ello", asegura Lola. El resto de objetos son subastados y el dinero se ingresará en las arcas municipales.

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Las subastas se celebran tanto de manera presencial como online, dependiendo de la naturaleza de los objetos. El Código Civil y en el Reglamento de Depósito, Custodia y Devolución de los objetos perdidos marca los plazos para enajenar los mismos que no han sido retirados por sus propietarios o halladores.

"Es necesario que la gente sepa que puede recuperar los objetos perdidos", nos dice Lola. Lo cierto es que no existe una cultura de la recuperación. Sólo se han entregado un 19,5 por ciento de los objetos recuperados este 2016, al menos hasta finales de noviembre. Para ejemplificar la cifra, de las 5.885 joyas recuperadas, se han entregado 58 y de los 4.719 cinturones, solo 58. "Es importante explicar que la mayoría de objetos que se pierden se encuentran en el aeropuerto y suelen pertenecer a ciudadanos extranjeros que están de paso en la ciudad y a los que, en muchas ocasiones, es complicadísimo localizar", destaca Lola.