Cuba sin Fidel Castro: una transición sin sobresaltos

Cuba se resiste a la desaparición de Fidel Castro. Tanto es así que en la programación ininterrumpida de la televisión hablan constantemente de su desaparición física pero no de su muerte, aunque él ya no esté. Vienen a decir que su espíritu sigue guiando a Cuba. Y esto es lo que lo impregna todo, las reacciones de sus más fieles seguidores, aquellos que se proclaman fidelistas, como las de sus detractores que todavía no tienen muy claro cómo reaccionar y permanecen ente la consternación y el respeto a aquellos que sienten profundo dolor. Con este escenario no es complicado llenar las carreteras y las avenidas por donde transcurre la caravana con las cenizas, este viernes han hecho el trayecto entre Camagüey y la localidad de Olguin, última parada antes de su entrada el sábado en Santiago. A partir de entonces, del domingo, cuando las cenizas reciban sepultura tocará gestionar el post fidelismo, porque aunque hace ya tiempo que él estaba apartado del poder, su mano seguía guiando los destinos del país. Dicen las malas lenguas que incluso fue él quien diseñó su propio funeral, con ese camino inverso al que realizó cuando comandaba la llamada caravana de la libertad. Nadie duda aquí que el camino de la apertura que se había emprendido hace unos años ya no tiene marcha atrás, porque fue un camino incluso bendecido por Fidel. Quedan las incógnitas de las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos, aunque esto depende menos de La Habana que de Washington, después de que en enero tomé posesión de la presidencia Donald Trump. Rafael Hernández, director de la Revista Temas, es optimista y cree firmemente en que ya hay desde hace tiempo una transición ordenada. Muchos debates abiertos, tanto en la sociedad como en la clase dirigente, un relevo generacional lento, la apertura económica… Hernández habla en ‘Hora 25’ de esa evolución a cámara lenta, como el andar de los cubanos Mirtha Ibarra está convencida de que Raúl Castro continuará la senda de Fidel pero con estos nuevos aires de renovación. “Él ha sembrado este camino de apertura y por ahí vamos a seguir”, asegura la actriz cubana, conocida, entre otros, por su papel en ‘Fresa y chocolate’. No confía en que Trump ponga fin al bloqueo, ni siquiera piensa que Hillary Clinton lo hubiera hecho, pero saluda todas las inversiones de otros países en esta nueva era. “Ellos se lo pierden”, sentencia.