Jennifer Soto: de vivir en la miseria a campeona de karate
Con solo 15 años se quedó sola a cargo de su hermano. El proyecto de 'Karate Social' hizo que recuperara su vida y se conviertiera en campeona de España
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Cadena SER
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Barcelona
En 2009, con apenas 15 años, su madre murió y su padre les abandonó a ella y su hermano. A partir de ese momento, la vida de Jennifer Soto giró bruscamente. Se vio sola y sin nadie que le ayudara. Era solo una niña. Robaba comida para sobrevivir y dejó de ir al colegio después de que los profesores y el director del centro, le recordaran constantemente que su padre no había pagado la cuota. "¡Hacía meses que no estaba, era evidente, todo el mundo lo sabía…!". Inmersa en un bucle de miseria y pobreza, se cruza en su vida uno de esos héroes anónimos cuya historia da casi para un libro.
Jennifer Soto: "Lee Redondo me está enseñando mucho, del karate y de la vida"
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Lee Redondo fue chófer y guardaespaldas hasta que acabó en la biblioteca de la localidad de Santa Coloma de Gramanet como conserje. Allí se fijó en un grupo de chicos que pasaban el tiempo en dicho centro, molestando y estropeando las instalaciones. "Me dijeron que me iban a enseñar a boxear. No contaban con que yo era cinturón negro de kárate". A partir de ahí, y tirando de empatía, les convenció para dejar su mal comportamiento a cambio de clases de karate. "Después fuimos un paso más allá, nos dejaron un local y les pedimos que para ser del proyecto tenían que leer un libro al mes explicarlo en un club de lectura para que no hicieran trampa".
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El proyecto se llama 'Karate Social'. Allí llegó Jennifer hace tres años y allí encontró lo que ni profesores ni ningún otro adulto le había ofrecido: ayuda. "Yo robaba, donde fuera, muchas veces me iba y hasta los dos o tres días no volvía. Ningún profesor pregunto. Si lo hubieran hecho, yo me hubiera dejado ayudar. Yo lo que quería ayuda" explica Jennifer. Lee acogió a Jennifer y siguieron con las clases de kárate que la joven llevaban practicando desde que tenía 5 años. "Tenía problemas de conducta pero un corazón enorme. Yo cada vez iba apretando más y ella se ponía agresiva." explica.
Lo que no sabía en ese momento Lee eran las condiciones en que vivía Jennifer. "Un día 'petó' y me dijo: 'es que estoy falta, vivo en unas condiciones pésimas'". A continuación visitó su casa. "Fue uno de los peores días de mi vida" reconocer. "No tenía ni un plato ni un tenedor. Cuando abrí la nevera había una lata de atún. No tenía agua ni luz. Vivían en condiciones infrahumanas". Eso sí, Jennifer se preocupaba de llevar su karategi (el traje para practicar karate) siempre limpio aunque para ello tuviera que recoger agua de una fuente cercana.
La vida de Jennifer ha cambiado radicalmente. "Antes no sonreía, quería estar bien pero no podía. Ahora no paro" explica. "Lee me está enseñando mucho, de la vida y del karate". Aunque el aprendizaje es mutuo. "No os imagináis lo mucho que yo me enriquezco. Ella para mi es una heroína". Jennifer y su hermano están pendientes de que se les conceda un nuevo domicilio. Entre tanto, se proclamó Campeona de España en 2015 y el proyecto 'Karate social' continua. "El karate es una herramienta para adquirir valores y disciplina que les va muy bien para encauzar su vida". Una vida, la de Jennifer, la han conseguido encauzar. Quizás incluso salvarla.