PNV-socialistas, un acuerdo de peso
Encarar los problemas para intentar llegar a acuerdos dentro de la legalidad, tal y como se dice bien claro en el texto, engañen lo que quieran los acostumbrados buitres, es labor que deberíamos agradecer
El ojo izquierdo: 'PNV-socialistas, un acuerdo de peso'
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Madrid
Habría que extraer algunas consecuencias del pacto PNV-PSE. La primera de ellas es apuntar con letras gordas que el PSOE, a pesar de todos los desastres, gobierna, solo o en coalición, en diez de las diecisiete comunidades autónomas.
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Pero, si es fácil deducir de ello que los socialistas han demostrado tener cintura para adecuarse a estos tiempos de ausencia de mayorías absolutas, no es menos sorprendente toparse con que varios barones y notables del partido esgriman como un peligro los pactos nacionales con algunas fuerzas con las que sí pactan en sus autonomías. La figura tiene un nombre por todos conocido.
Una tercera derivada es la obviedad de que es precisamente el PSOE el único partido –al menos por el momento- que de verdad puede pretender servir de enganche entre las comunidades más nacionalistas y el resto.
Encarar los problemas para intentar llegar a acuerdos dentro de la legalidad, tal y como se dice bien claro en el texto, engañen lo que quieran los acostumbrados buitres, es labor que deberíamos agradecer. Como tener el arrojo de insistir en el acercamiento de presos etarras, a los cinco años del fin de la banda, a lo que se ha negado Rajoy y que el PP ya hizo hasta en tiempos de Aznar. Que se dice pronto.
Rabien extremos y burócratas, pero ha ganado la política.
