José Sacristán: "¿Dónde está la izquierda de este país?"

Madrid

José Sacristán suma a su trayectoria cinematográfica su nuevo papel en la película Las furias, la primera dirigida por el dramaturgo Miguel del Arco. El actor nos ha acercado la obra en Hoy por hoy con Gemma Nierga.

Recordando su niñez comenzaba a contarnos cómo se adentró en el cine y el teatro. Desde pequeño admiraba a los actores y tuvo claro que quería dedicarse "al juego de ser otro". Pero mucho antes de pisar el escenario y actuar ante las cámaras fue mecánico: "Mi padre trató por todo los medios de persuadirme de que ser actor era un disparate", comentaba. "Si mi padre hubiese apoyado mi decisión le hubiese considerado un pésimo padre", añadía. A pesar de ello, él tenía claro que ser mecánico era temporal. Para perseguir su sueño, decidió "engañar al Venancio", su padre, porque las horas que debía pasar en clases de dibujo lineal a las que él le había apuntado, las empleaba en vocalización y canto. "Soy una tonadillera frustrada", decía entre carcajadas.

A su padre no le quedó más remedio que "asistir aterrado a aquel proceso" por el que terminó siendo actor. Pero ocurrió algo que le permitió escabullirse de la mirada crítica de su padre: "Tuve la inmensa suerte de que el servicio militar me tocó en Melilla", explicaba. Fueron 18 meses los que pasó fuera de su casa, pero sabía desde el principio que al volver, no regresaría al taller mecánico.

Durante ese tiempo no se alejó ni un momento del cine: "Yo veía las películas de Concha Velasco y pensaba: si algún día yo pudiera trabajar con Conchita Velasco...". Ahora, los tornos se han invertido, porque ella pidió tener un papel en Velvet para "trabajar con Pepito".

Sacristán ahora interpreta a Leo Ponte en Las furias, el padre de la familia Ponte Alegre. El personaje al que encarna, contaba, fue "un actor de gran prestigio que en sus últimos momentos de su carrera instruye a la familia en el cuidado y respeto a as furias". Pero este hombre, enferma de Alzheimer y asiste al derrumbamiento de su entorno familiar.

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"La gran virtud de esta película es poder contemplar un problema familiar cotidiano enmarcado dentro de los ecos de la tragedia griega", definía. Y recalcaba la presencia de elementos teatrales por ser una película de Miguel del Arco: "Hay una gran confección de personajes", reconocía.

La americana de pana que vestía Sacristán durante la entrevista no ha pasado desapercibida a ojos de Toño Fraguas, quien le ha preguntado por su historia y su relación con el socialismo de Felipe González. "Ahora los de la chaqueta de pana van como las cabareteras", "Está todo bastante turbio", decía para referirse a la situación política. Tras lo ocurrido recientemente con el PSOE, Sacristán se mostraba preocupado: "Lo que más me descorazona es, ¿dónde está la izquierda de este país?". Admitía que ha puesto cierta confianza en partidos emergentes pero que es una confianza con "goteras".