¿Puede influir el FBI en las elecciones entre Clinton y Trump?

Washington

No es la primera vez en la historia que el FBI es el protagonista en la recta final de la campaña en Estados Unidos. En 1948, Jay Edgar Hoover maniobró en la sombra para que el demócrata Harry Truman no ganara las elecciones. Y muchos historiadores ya comparan al director actual, a James Comey, con Hoover. Hoover llegó a chantajear a Martin Luther King para empujarle al suicidio y aunque Comey de momento no va tan lejos, que se sepa, está haciendo lo que mejor saben hacer quienes dirigen los servicios de información en todo el mundo: filtrar.

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En la era WikiLeaks, si quieres llamar la atención ya no importa tanto lo que filtras sino cuándo lo filtras, o en el caso de Comey, cuándo lo haces público, porque lo que él está haciendo es desclasificar documentos por aquí y por allá. No estamos hablando sólo de la investigación de los correos electrónicos de Clinton justo ahora, a unos pocos días de las elecciones. Y es muy difícil defender tu independencia cuando podías haberlo hecho mucho antes o mucho después.

Claramente hay algo en marcha contra los Clinton porque si por la mañana un portavoz de la campaña decía que “si Comey ha abierto esa puerta, debe tratar a todos por igual, porque de los vínculos de Donald Trump con Rusia no dice nada y en cambio está deseando hablar de Hillary Clinton”, un rato después, el FBI contestó diciendo que no ha encontrado ningún vínculo relevante entre la campaña de Trump y Rusia. Y no solo eso, anunció también que ha iniciado una investigación sobre los perdones presenciales de Bill Clinton, esos indultos que conceden durante la transmisión de poder.

En su último día como presidente, Clinton indultó a 140 personas, entre los que había financieros y otra gente de mal vivir, con casos que salpicaban a un hermano de Hillary.

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Los guionistas de la conocida serie House of Cards han reconocido que los personajes de Frank y Claire Underwood están basados descaradamente en Bill y Hillary Clinton. Para los que no han visto la serie, es la historia de un matrimonio extraordinariamente ambicioso. Él consigue ser presidente de EEUU con la ayuda de ella.

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El gran problema de los Clinton es su propia ambición política, que nunca han escondido, y eso es lo que hace que muchos electores voten por Donald Trump con la nariz tapada. Son electores ligeramente republicanos, que nunca habrían salido de casa para votar por Trump, pero a los que se les revuelve el estómago de volver a ver a un Clinton en la Casa Blanca.

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Hector Schamis, profesor de democracia y gobernanza en Georgetown, cree que más allá del escándalo de los correos electrónicos lo que importa es la mala fama de los Clinton: “lo más terrible es que los “Wikileaks podrán ser verdad o no pero son creíbles sabiendo cómo funcionan los Clinton que son una maquinaria electoral que se reproduce a si mismo durante 20 años.

En su recorrido por Estados Unidos, Rafa Panadero ha pasado la noche de Halloween en Nueva Orleans rodeado de gente disfrazada de Hillary Clinton y Donald Trump. “La elegí porque representa lo que es bueno, lo que debe tener el próximo presidente” cuenta Lauren, disfrazada de Clinton. Su pareja, Steve, se muestra menos orgulloso de su disfraz: “Él es todo lo malo que nos está pasando, es un disfraz que da miedo, es terrible que pueda ser presidente y sé que para el resto del mundo todo esto es muy desconcertante".

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