Subir los impuestos a los refrescos, ¿solución anti obesidad?
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud volvía a agitar el problema de la obesidad y el sobrepeso, y ha solicitado que se suban los impuestos un 20% para gravar los refrescos azucarados y, de alguna forma, evitar que se consuman. El domingo en el programa hablamos con diferentes expertos: Josep Puxeu, director general de ANFABRA; Alfonso Barela Román, cardiólogo del Hospital de Santiago; y Julio Basulto, dietista-nutricionista
Madrid
Josep Puxeu, de ANFABRA (Asociación de Bebidas Refrescantes) reconoció que no les sorprendía esta propuesta con la que se pretende frenar, entre otros problemas de salud, la obesidad, el sobrepeso y la diabetes de tipo 2. "No nos ha sorprendido porque se trata de un informe de mayo de 2015, donde se hablaba de medidas fiscales como forma de prevención de enfermedades no contagiosas".
Entonces, ¿por qué ahora? "Porque era el día mundial contra la obesidad y porque concentrar las críticas en un sector determinado o en un producto es muy fácil". Aumentar los impuestos es una decisión del Gobierno, aunque Puntxeu está convencido de que esa no es la solución. "Fomentar la dieta mediterránea y una vida saludable no se resuelve con un impuesto al azúcar".
"El consumo excesivo de este tipo de bebidas claramente tiene un impacto sobre los factores de riesgo cardiovascular. Lo que sí está claro es que la cantidad de azúcar que aportan es importante", nos dijo el Dr. Barela, cardiólogo del hospital de Santiago.
Alfonso Barela se mostró más partidario de la educación antes que recurrir a una decisión gubernamental, porque "no necesariamente funcionan siempre bien. Sí que es muy importante en las poblaciones más sensibles, como los niños, se imponga la educación".
Sobre la propuesta de Reino Unido de reducir el tamaño de las piezas de bollería, dijo: "Está bien regular el acceso a ese tipo de bollería industrial, sobre todo en la población infantil que es donde está el problema. Con estos niveles de obesidad infantil, dentro de 20 o 30 años veremos el problema. Hay que actuar ahí", aclaró Barela.
"Es una medida imprescindible, conjugada con la segunda medida que propone la OMS, que es disminuir los impuestos a los alimentos saludables", nos dijo Julio Basulto. "El papel de estas bebidas en la promoción de la obesidad es, hoy por hoy, incuestionable. A eso hay que añadir que, dentro de las estrategias del marketing, el factor precio es el que más determina que se compre un producto u otro", sentenció Basulto.