¿La UEFA manda a cagar a casa de otra gente?
Es de nota es que se les cierre las puertas de su campo y se les abra el estadio ajeno
Aficionados del Legia en su estadio en el primer partido de Champions frente al Borussia de Dortmund.(Reuters)
Madrid
El Real Madrid se enfrenta hoy al Legia de Varsovia, un club con una de las aficiones más violentas de Europa. Hace un mes, en el primer partido de su vuelta a la Champions frente al Borusia Dortmund, estos ultras encendieron bengalas, lanzaron objetos al campo, provocaron peleas en las gradas y lanzaron gritos racistas a los jugadores alemanes. Fue tal el festín que la UEFA les castigó a celebrar su próximo partido en casa a puerta cerrada.
La polémica de Isaías Lafuente (18/10/2016) - ¿La UEFA manda a cagar a casa de otra gente?
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Pero eso será el próximo 2 de noviembre en Varsovia y frente al Madrid, el mismo club al que la UEFA ha obligado hoy a cumplir sus compromisos protocolarios y vender 4000 entradas al Legia, 300 de las cuales pueden abrir la puerta del Bernabéu a estos bárbaros que llevan ya horas calentando por las calles de Madrid. Castigar a todos los aficionados por la actuación de un puñado de ultras tiene un punto de injusticia. Pero lo que es de nota es que se les cierre la puerta de casa y se les abra el estadio ajeno. Estos dirigentes de la UEFA me recuerdan a aquellos destinatarios de una canción de Serrat, hombres de doble vida que “se agarran de los pelos, pero para no ensuciar van a cagar a casa de otra gente”.
