De místicos y científicos

Madrid

El “que inventen ellos” es una de esas frases que el tiempo le ha dado un sentido que no tenía. Hoy se usa como denuncia pero cuando la frase original se pronunció en serio, y lo hizo Unamuno. Mantenía una disputa intelectual con Ortega a propósito de aquello de Ortega sobre si había que europeizar España o españolizar Europa. Y Unamuno criticaba la ortodoxia científica, la Inquisición científica, porque a su juicio España tenía que estar más cerca de la mística. Y decía que la ciencia quita sabiduría a los hombres. Literalmente, decía que “el objeto de la ciencia es la vida, y el objeto de la sabiduría es la muerte”. En otro momento de la polémica Unamuno hace decir a un personaje de ficción eso de que inventen ellos, y nosotros disfrutemos de sus inventos. Que la luz ilumina aquí del mismo modo que en el lugar en el que se inventó.

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Los números relacionados con la ciencia en España son los propios de un país que no ha movido su espíritu desde las teorías de Unamuno. De alguna forma se reivindicaba la oscuridad, además literalmente, hasta que viniesen de fuera a darle al interruptor de la luz. En esta ocasión además es probable, tal y como explican las cifras de la emigración silenciosa, que el inventor sea español. Que el inventor se haya formado en España, que España haya invertido en sus estudios para finalmente despacharlo al extranjero por no saber o no querer prolongar su formación. España es un país que no tolera bien el fracaso, y la ciencia consiste en fracasar una y otra vez. Por volver a la luz, Edison fracasó mil veces hasta encender una bombilla. Esto lo explica muy bien un libro, ‘Crear o Morir’, de Andrés Oppenheimer.

‘Crear o morir’ funciona perfectamente como lema de un país. Como dice Comisiones Obreras, España está reproduciendo exactamente el mismo patrón de crecimiento que la hundió en la crisis. Porque no tiene paciencia, porque aquí la ciencia no tiene prestigio, porque el Estado sigue teniendo en consideración a la mística dándole un dinero a la Iglesia que no le da a los laboratorios.