¿Y si hablamos, en serio, de nacionalismos?
No se espere nada de los independentistas irredentos, vámonos de España sin negociaciones, sin acuerdos, a las bravas y con desprecio absoluto para quienes en su proximidad, sus vecinos y sus iguales, prefieren quedarse
El Ojo Izquierdo: '¿Y si hablamos, en serio, de nacionalismos?'
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Madrid
¡Qué gran momento sería este, con las elecciones vascas y gallegas en marcha, al tiempo que las reivindicaciones nacionalistas o independentistas catalanas se multiplican, para debatir, de frente y sin prejuicios, sobre el encaje de esas tres comunidades, regiones, nacionalidades o países, elijan ustedes, en la nueva España que todos vivimos después de 40 años de vida constitucional!, casi un siglo después, Galeusca -Galicia, Euskadi y Cataluña- sigue siendo un vocablo con vida propia.
Pero esa discusión abierta, tan necesaria y tan obvia para cualquier ciudadano de buena fe, parece que está maldita y que nunca podremos encontrar esa solución consensuada, como en democracia se hacen las cosas, porque aún se impone la irracionalidad y los sentimientos arcaicos cuando deberían triunfar la inteligencia y el pacto.
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No se espere nada de los independentistas irredentos, vámonos de España sin negociaciones, sin acuerdos, a las bravas y con desprecio absoluto para quienes en su proximidad, sus vecinos y sus iguales, prefieren quedarse. Pero tampoco confíen en la apertura de miras de una derecha cerril, españolista de pandereta, como la del Partido Popular, guardiana de unas esencias que nunca han existido, tan llena de mitos y ensoñaciones como las que esgrimen tantos nacionalistas ignorantes.
Tiene el PSOE, también ahí, un trabajo importante, y no sería bueno, como estamos viendo, que triunfen en su seno los devotos de Frascuelo y de María.
