El declive de España en el exterior

Madrid

La polémica suscitada por la decisión del Ministerio de Economía de proponer al exministro de Industria, José Manuel Soria, para un puesto de Director Ejecutivo del Banco Mundial ha puesto de evidencia el sistema de elección y designación de los funcionarios que deben representarnos en los organismos internacionales. Los intereses políticos y partidistas priman sobre las consideraciones de profesionalidad, conocimientos y antigüedad. Una muestra más del desinterés que existe en España sobre la política exterior y que se traduce en una pérdida paulatina de peso de España en la escena internacional.

El franquismo supuso un largo paréntesis en la presencia de España en organismos internacionales que la vuelta de la democracia revirtió hasta un nivel nunca antes visto. Si los años 80 fueron el periodo en que España volvía a ser un actor internacional con cierto prestigio, en los 90 se recogió ese fruto con varias figuras en puestos clave. Federico Mayor Zaragoza dirigió la Unesco durante 12 años y Javier Solana pasaba primero por el puesto de alto representante europeo de política Exterior a Secretario General de la OTAN. José Antonio Samaranch traía los juegos a Barcelona, mientras que otros españoles mediaban por la paz en Afganistán, Bosnia o en el conflicto por Palestina: eran Francesc Vendrell, José María Mendiluce en la ONU, y Carlos Westendrop o Miguel Ángel Moratinos como representantes europeos.

El cambio de milenio supuso un cambio de tendencia que ha llevado a una situación en la que informes de expertos y centros de estudios advierten de la infrarrepresentación y el escaso peso internacional de España. Ahora mismo Cristina Gallach como máxima responsable de comunicación de la ONU y el exministro Joan Clos como director de ONUHabitat son las figuras de más peso fuera de nuestras fronteras tras la poco airosa salida de Bernardino León como enviado para Libia, acusado de trabajar para una de las partes y negociar su futuro con Emiratos Árabes mientras todavía ocupaba el puesto en la ONU.

Hemos hablado con Juan Carlos Pereira, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense y autor, entre otros libros de Historia de la Política Exterior española en los siglos XX y XXI, para analizar las causas de este declive.