El ministro de los atentados

El audio que tienen disponible debajo es la voz del "ministro de los atentados". Ese es el apodo que los medios occidentales habían dado a Abou Mohammed Al-adnani, tras su llamada a los partidarios del Estado Islámico a pasar a la acción en sus países: ya fuera con la ayuda de un cuchillo, de una piedra o de un vehículo. Unas instrucciones que traen a la cabeza las imágenes del soldado degollado en las calles de Londres o del camión desvocado en Niza.

Nacido en 1977 en el noreste de Siria en el seno de una familia modesta, Al-Adnani se integra Al-Qaeda en 2000 y tras pasar cinco años en prisión con un nombre falso, se vincula al Estado Islámico que dirige Abou Bakr Al-Baghdad. Este joven reservado, mal estudiante, que no decía cuatro palabras seguidas en las reuniones familiares, se revela como un gran propagandista.

Su muerte se interpreta como una indicación importante del declive del Estado Islámico y de la infiltración de los servcios secretos, cuyas informaciones han posibilitado la eliminación de 120 importantes cargos del Daech. Para sustuirle, dos nombres: el clérigo Turki al-Binali, de 31 años, que recientemente ha viajado a Libia para echar una mano a la franquicia local o Abu Luqman, que ha destacado combatiendo en Raqqa y Aleppo.