Mongin, el flamenco como terapia
Después de perder su casa, Mongin se refugió en la música y ahora presenta su primer disco 'Cachitos de oro'
Madrid
La música flamenca se ha convertido en el himno de guerra de Alenjandro Mongin, un jóven de 23 años que presenta su primer disco "Cachitos de oro". Letras y ritmos que muestran los duros momentos ha vivido por la crisis económica.
Su padre se quedó sin trabajo en 2007, cuando vivían en Toledo, y el sueldo de su madre, que trabajaba a media jornada, no era suficiente para hacer frente a los gastos familiares y a las dos hipotecas que tenían. Así empezaron los problemas económicos de la familia de Mongin con el banco, que les llevaron a verse obligados a dejar toda su vida en Toledo y marcharse a vivir a Villamuriel de Cerrato en Palencia, donde su padre se había ido previamente a buscar trabajo. Allí, además, vivían sus abuelos, y sus padres pudieron remontar su vida familiar con sus dos hijos.
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Tras marcharse de Toledo, Alejandro Mongin se aisló en Palencia. Salía poco y sólo se acercaba a los ambientes flamencos con los gitanos de Palencia. Gracias a su hermano pequeño Íker, que actualmente tiene 14 años, Alejandro Mongin recuperó las ganas de tocar.
Hoy se asoma a La Ventana para contarnos su historia y cómo la música le ha ayudado a superar todos los baches.