Bruselas no aprieta pero pide un gobierno "capaz" de gestionar

Bruselas

La descripción de España vista desde Bruselas tiene muy poco de alegría y por esto, como el Gobierno español pedía, la Comisión Europea canceló el pasado miércoles una multa por el incumplimiento de las reglas fiscales que podía haber supuesto un buen mordisco económico (hasta 2.200 millones). "Hacer esto sería romper la recuperación, romper la economía española y la Comisión no está aquí para eso", ha sostenido el comisario europeo Pierre Moscovici (París, 1957), que ha recordado que la imposición de esa multa a España habría generado un sentimiento antieuropeo y una percepción de humillación por parte de los españoles.

"Necesitamos un gobierno, no solo un gobierno en funciones", ha remarcado Moscovici, que ha pedido que el Ejecutivo español esté formado por una mayoría con la capacidad de toma de decisiones. La CE tenía tres opciones: imponer la multa máxima del 0,2 % del PIB (2.200 millones de euros para España), reducir el monto o cancelar la sanción. "Es lo que esperamos y lo que se necesita", ha dicho el que ha sido principal abogado defensor de la multa cero, que ha querido hacer hincapié en que están en juego 1.000 millones de fondos estructurales.

La próxima reunión del ministro de Economía y la Comisión será en octubre, y para la cita Moscovici ha pedido que España sea seria con sus cuentas públicas. De lo contrario, los fondos estructurales serán suspendidos. Por su parte, el comisario europeo Valdis Dombrovskis ha destacado que la anulación de las multas permitirá a estos países contar con recursos adicionales para cumplir con la nueva senda de ajuste del déficit. España ahora deberá compatibilizar los ajustes presupuestarios con el crecimiento económico.