El gran discípulo del gran entrevistador

Madrid

Jesús Quintero es un periodista andaluz que inventó una manera peculiar y de gran éxito de hacer entrevistas en radio y televisión. Se sentaba frente al entrevistado, le saludaba y al poco se quedaba callado. Su infeliz interlocutor, que no entendía nada de esa estrategia, se iba poniendo nervioso y empezaba a hablar…La mayoría de las veces esa verborrea imparable terminaba por llevarles a decir cosas sorprendentes, tan inesperadas que hasta Quintero se quedaba estupefacto.

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Da la impresión de que Mariano Rajoy ha aprendido la técnica con mucha aplicación y que se ha convertido en un verdadero experto. El presidente del Gobierno en funciones se queda callado y todo el mundo se pone a hablar como locos a su alrededor. Es curiosísimo, porque, al fin y al cabo, el único que tiene algo que decir en serio es él mismo y lo lógico sería que todo el mundo se callara esperando a oír su voz, su proyecto y su oferta. Pero la realidad es la contraria y Mariano Rajoy podría dar ahora clases hasta al mismísimo Jesús Quintero.

En lugar de asegurar a los españoles que de ninguna manera permitirá que haya unas terceras elecciones y que si hace falta el mismo pedirá a su partido que tome las decisiones necesarias para evitarlo, cediendo en lo que sea preciso, Rajoy se sienta, se apoya en la mano y se dispone a escuchar los ataques de nervios del personal que le rodea. Pues nada. Así estamos. El único que debe impedir unas terceras elecciones es precisamente la única persona que se siente completamente libre de convocarlas.