Nos dan la espalda

Madrid

Decía hoy uno de los aspirantes a dirigir el nuevo Partido Demócrata Catalán, la antigua Convergéncia, que la gente no se merece que la traten así, que le oculten la verdad, que le nieguen la información...

Quizá la gente no entienda que la ronda de consultas del Rey quede para después del puente, que haya que esperar todavía más para que Mariano Rajoy pronuncie el sí quiero que le negó a Felipe VI tras el 20 de diciembre. Quizá a la gente le gustaría saber que el presidente en funciones y el candidato del PP va a tener el valor de intentar la investidura en cualquier circunstancia porque esa es su obligación y porque ya defraudó una vez. Quizá la gente no termine de entender que las negociaciones sean tan lentas, tan secretas, tan clandestinas. Tal vez, solo tal vez, la gente quiera saber por cuánto se vende hoy en este país un kilo de investidura, qué contrapartidas piden unos y cuales ofrecen los otros... como cotiza nuestro voto en el mercado del trueque político. Es probable incluso que la gente tema que vayan a tener el cuajo de irse de vacaciones en agosto, si es que no se consigue elegir un presidente en la segunda votación.

La gente es algo más que el cuerpo electoral al que apelar cuando urgen las urnas... la gente, como sujeto político tiene derecho a saber... a que le cuenten qué se vota y por qué, a que le aclaren qué se negocia y por cuanto, a que le digan con quién se negocia y para qué.

Seguimos soportando los mismos vicios, los mismos desplantes... en campaña nos dan la cara, después nos dan la espalda.