¿Barbaridad o delito?

Por siete tuits escritos hace tres años ha sido juzgado hoy por enaltecimiento del terrorismo el cantante de Def Con Dos, César Strawberry. Y por un tuit de 2011 sobre Irene Villa los jueces han reabierto, tras dos carpetazos, la causa contra el concejal Guillermo Zapata. Por el contrario, ayer se archivó una causa contra el humorista Facu Díaz por un tuit de humor negro que la jueza no considera delito. Una intensa actividad judicial en las horas en que en las redes algunos vomitaban tuits bárbaros celebrando la muerte del torero Víctor Barrio.

El cóctel revela varias evidencias. Que los límites entre la libertad de expresión y la ofensa son difusos. Que en las redes conviven, junto a la excelencia y el humor, la zafiedad, el insulto y el odio. Y que la respuesta ante estas actitudes, cuando llegan a los tribunales, no es unánime. Porque tan evidente es que la libertad de expresión no puede justificar cualquier expresión como que no tendríamos cárceles suficientes si convertimos cualquier palabra bárbara en delito. No será fácil encontrar el punto de equilibrio, pero deberíamos ponernos a ello porque esto no ha hecho más que empezar.