Morosos

Madrid

Hay una España en A. Se trata de una España menos famosa que la España en B, que es la que sale en los periódicos. Y después existe esta España invisible que sólo sale una vez al año, como un paso de Semana Santa. Es la de aquellos que no ponen su dinero en A ni en B, simplemente no lo ponen. Ese dinero de los morosos no permanece en un limbo: sigue en sus bolsillos aunque sea de todos.

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Son más de 4000 personas que deben más de 15 mil millones de euros. Los nombres que se han conocido no viven en estrecheces, no sufren para pagar mansiones, sus viajes y ritmo de vida. A la hora de meterse en un restaurante no piensan: "Voy a pensármelo, que debo cuatro millones de euros". Pero los españoles a los que no les llegan los servicios del Estado, o les llegan mal, y sufren en primera fila los recortes y la austeridad, no deben más de un millón de euros a Hacienda. De hecho, deber más de un millón de euros a Hacienda es una manera, otra más, de decir que eres millonario.

Que se publique una lista con estos nombres me parece un castigo terrible. En realidad sorprende la laxitud con que se actúa. Si alguien deja de pagar siete millones de euros en cualquier otro ámbito el castigo no sería ponerte en una lista y airearlo. Se demuestra así que el dinero de todos no está tan prestigiado como el dinero de cada uno o que está en manos privadas.