El gran placer de pasarlo mal
El cineasta, Koldo Serra, nos habla de la relación entre el cine y nuestros miedos
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Flickr
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Madrid
El lugar donde radican nuestros miedos es inabarcable, una basta extensión poblada por todo aquello que tememos, allí se mezclan temores milenarios de la herencia filogenética con miedos recién llegados y muchas veces alimentados por la cultura popular.
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Pero no siempre sufrimos con nuestros miedos, como sociedad hemos aprendido a canalizarlos y a disfrutar de ellos a través de las artes escénicas. De esto sabe mucho nuestro invitado de la semana, el director y cineasta, Koldo Serra.
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media
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media
Serra se define como un realizador que lo hace pasar mal para que la gente se lo pase bien y precisamente eso pretende el género de terror. El director de Gernika nos habla sobre las convenciones que utiliza el género para despertar nuestros miedos, unas claves maestras que jamás cambian pero sobre las que sí que se intenta innovar.
Nuestros miedos individuales y colectivos caminan al mismo ritmo que nuestra sociedad y, de un tiempo a esta parte, hemos perdido la inocencia. Ya no nos asustamos tan fácilmente y se inventan nuevas fórmulas para seguir poniendo los pelos como escarpias. Serra destaca que hemos pasado del miedo ambiental al miedo físico. En el terror de los 80, lo atmosférico primaba para generar un ambiente de terror, actualmente eso ya no nos resulta suficiente para asustarnos y llevamos el miedo al plano físico con la extrema violencia.
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El País
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El País
Sin embargo, toda cinta de terror pretende lo mismo, sacar al espectador de su zona de confort y situarlo más allá de las barreras de su casa… colocarlo en un escenario desconocido, donde lo que se esconde en las sombras tiene más poder y atracción que lo que alcanza nuestra vista. Al final, y al parecer del cineasta, se trata de situar a los personajes en entornos terroríficos.
Serra nos explica además, conceptos que baraja el género como el slasher, esas películas en la que los protagonistas van muriendo uno a uno o, el found footage, una pequeña revolución llegada con ‘El Proyecto de la Bruja de Blair’ y que ponía al espectador en el epicentro del miedo, narrando una historia en primera persona a través del visor de una cámara. En España tenemos un gran exponente del footage, Jaume Balagueró ya hizo de las suyas haciéndonos pasar un mal rato con ‘REC’ y sus secuelas. En este caso, Koldo Serra destaca otra evolución que nos hace estremecernos en la butaca. Se trata del nightshot o dicho de otra manera, crear escenas con ausencia de luz para iluminarlas con el modo nocturno de una cámara doméstica. El efecto resulta estremecedor... todo sea por pasarlo en grande sin dejar de pasar un mal rato.
Notas: Citas leídas de Narciso Ibáñez Serrador.