Poli bueno, poli malo
Mientras el PP promete bajar los impuestos, el Banco de España nos amarra a la realidad: el que gobierne tendrá que abaratar de nuevo los despidos.
Madrid
Mientras el Partido Popular nos lleva a pasear por el mundo de caramelo de las promesas electorales, “bajaremos los impuestos”, el Banco de España nos amarra a la pedregosa realidad: el que gobierne tendrá que abaratar de nuevo los despidos. Es una petición muy coherente dentro de la lógica perversa del modelo alucinado en el que vivimos: las cuentas han de cuadrar aunque se asfixien los ciudadanos. Esa misma lógica perversa que llama puesto de trabajo a cualquier cochambre de tres días de duración y que llama salario a cualquier miseria. Una lógica que aún no me explico por qué mantiene las vacaciones pagadas, con todo lo que permitiría ahorrar. Yo me pregunto cuánto tardará alguien en atreverse a proponerlo. En la novela El desmoronamiento el norteamericano George Parker descubría asustado lo que nosotros sabemos muy bien, que la mejora de la economía ni siquiera roza a los más desfavorecidos. Dice que la crisis apenas afectó a los que tienen más. La recuperación apenas afecta a los que tienen menos. El actual modelo ha volado todos sus mecanismos de cohesión, y sin cohesión eso que llamamos sociedad es sólo gente abandonada en la jungla. El PP y el Banco de España, ¿poli bueno, poli malo?
La firma de Iñaki Gabilondo: 'Poli bueno, poli malo'
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