“Le ofrecían trabajo a las familias y le preguntaban por la instrucción”
Rosa Garrote, presidenta de la AVMV, lamenta que Camps y Juan Cotino hayan perdido la oportunidad de reconocer los errores de su gestión
Madrid
“No esperábamos nada nuevo, es lo que llevan repitiendo 10 años. Hubiera sido una sorpresa que cambiaran el discurso, aunque teníamos la esperanza de que aprovecharan la oportunidad para actuar con dignidad y reconocer que la gestión del accidente no fue la correcta”, asegura Rosa Garrote tras haber escuchado este lunes a Camps y Cotino en la comisión de investigación del accidente de Metro de Valencia.
Rosa Garrote: “Se les ofrecía trabajo y se les preguntaba por la instrucción judicial”
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La presidenta de la Asociación de Víctimas señala que las palabras de Camps no han sido un perdón directo ni un reconocimiento de que lo han hecho mal. “Me ha dolido que Camps haya dicho que la prioridad eran las víctimas y los familiares. Llevamos 10 años pidiendo una investigación, cinco pidiéndole a él personalmente una reunión para saber qué se estaba haciendo. No nos ha hecho ni caso. La Asociación como tal nunca ha mantenido una reunión”, explica. El expresidente valenciano sí recibió en una ocasión al entonces presidente de la asociación de víctimas, pero nunca hubo una reunión con las familias. “No se atendieron nuestras reivindicaciones”.
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Garrote cree que la única novedad es el cambio de actitud de Cotino, que siempre había dicho que no hubo un ofrecimiento a las familias para intentar parar la investigación judicial. “Hoy sí lo ha reconocido, y no nos creemos que fuera desinteresado. Tenemos testimonios de familias a las que visitaron y les ofrecieron trabajo. Iban informados de las características de cada caso, se les ofrecía un trabajo y se le preguntaba por la instrucción judicial”, subraya.
La portavoz de las familias admite, ya resignada, que lo único que se puede esperar es el reconocimiento de una mala gestión. “Saber realmente las causas concretas es imposible, tenemos esperanza en que se reconozca que la seguridad no era una prioridad y que no había una política de prevención de riesgos. Que las cosas no se hicieron bien”, concluye.