Parecen sucesos, pero es pura política

Madrid

La actualidad política absorbe de tal manera la atención de todo el mundo que otras noticias muy importantes pasan casi desapercibidas para la opinión pública, pese a que reflejan mejor que muchos discursos políticos cuáles son los problemas con los que se enfrenta, de verdad, la sociedad española. Por ejemplo, la noticia del incendio de la fábrica de congelados de Fandicosta, en Moaña, cerca de Vigo, ocurrido el pasado martes.

Ampliar

Cerrar

La Plataforma de Bomberos Públicos de Galicia ha denunciado algo muy grave: pese a que el parque de bomberos de Vigo, el mejor dotado de la zona, está bastante cerca de la factoría, en tres ocasiones el Servicio de Emergencias 112 de la Xunta de Galicia les ordenó que no se desplazaran a Moaña, porque serian otros servicios de bomberos comarcales los encargados de sofocar el fuego. Parece que, afortunadamente, los bomberos de Vigo terminaron por ignorar las órdenes, conocedores sobre todo de que la factoría en cuestión tenía dos depósitos con diez mil litros de amoniaco, un material que puede explosionar. Según el relato del portavoz de la Plataforma, cuando llegaron se encontraron a cuatro bomberos comarcales, completamente desbordados por la fuerza del incendio.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, dijo ayer que se investigará si existió “descoordinación de los servicios de emergencia”, pero lo importante es la sospecha que late detrás de todo este serio y muy peligroso incidente. La sospecha de que se prefirió enviar a los bomberos comarcales, en lugar de llamar a los de Vigo, públicos y mejor dotados, porque los comarcales están gestionados por empresas privadas, que pasan después factura por sus servicios. Todo esto parece una noticia de la página de sucesos, pero no lo crean: es pura política.