A Sáenz de Santamaría

Madrid

Señora vicepresidenta, ministra de la presidencia, portavoz, presidenta de todas las comisiones interministeriales, encargada del ébola, de las conversaciones con la Generalitat, todo ello en funciones. Mediadora de todas las gracias y desgracias, señaladora de deberes ajenos, escudera de su señor de Moncloa, abominadora de Cospedal, cultivadora de favoritos, consentidora de abusadores a los que nunca desalienta en la práctica de sus fechorías, la imaginamos hoy en un derrame de felicidad en el día de la libertad de prensa por la que tanto viene haciendo. Que no decaiga.