Sexo explícito a golpe de clic

Madrid

Con lo carnal que soy yo, me van a perdonar, con lo que me gusta que me toquen, que me empotren, que me coloquen de medio lado y me den por todos lados. Con lo bueno que me parece un polvo esporádico, un beso con lengua, un cógeme de aquí y házmelo así, solo necesito 140 caracteres para que vaya directa a por mi ración de carne fresca.

Evolucionó la especie y evolucionó la oferta. Nos llenaron de sensores, desplegaron toda la técnica, hicieron posible que pudiera ser la protagonista de las mejores escenas de cama . Tan fácil como pedirlo y tenerlo. Tumbándome en la cama armada con mi smartphone, mensajeándome con los destinatarios oportunos capaces de hacer el mismo despliegue de medios que yo, enfocando las ganas en la misma dirección. Aprendo en Twitter y en Facebook que no necesito ni perder el tiempo en cenas para plantarme en la casa del perfecto desconocido del que solo he visto su avatar y del que tampoco quiero saber mucho más. Perfeccionamos la técnica de la seducción, prestando atención a la forma de escribir de cada uno. De tus faltas de ortografía dependerá que me lleves a la cama, de tu escueta manera de seducirme que triunfemos. No necesitamos darle más vueltas, basta con que escribamos el verbo oportuno: "Ven a casa, quiero conocerte, quiero follarte".

Fotos de los bajos de todos mis amantes, App en mi móvil que me localizan compañeros de cama de los que ni apuntaré su número de teléfono; mensajes de Whatsapp incendiarios que avergonzarían hasta al mismísimo Marqués de Sade . Chats y mensajes de hombres y mujeres que buscan lo mismo que yo: sexo, quiero sexo, sexo a mi gusto, sexo a la carta. Sexo contigo pero no con aquel; sexo efímero o una gran relación. Puedes convencerme con menos caracteres; solo hace falta encontrar la palabra adecuada.

Búscame pero sobre todo encuéntrame.