Más de 650 fallecidos
Desde el pasado 17 de abril se han producido casi 700 réplicas, lo cual dificulta la distribución de la ayuda humanitaria
Madrid
Hace 15 días que un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter asoló la costa norte de Ecuador. Dejó a su paso, y hasta el momento, 660 muertos, una cifra que podría seguir aumentando, porque según transcurre el factor tiempo, es más complicado encontrar supervivientes. Además, desde el pasado día 17 se han producido casi 700 réplicas del seísmo, lo que dificulta, y mucho, las tareas de rescate y reparto de ayuda.
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Por otro lado, el número de heridos atendidos en hospitales o tiendas de campaña improvisadas en campamentos es de más de 12.000 y, que se sepa, 33 personas permanecen desaparecidas y más de 22.400 han sido alojadas en albergues de manera temporal. Las búsquedas continúan entre los escombros. Además, los organismos internacionales suelen suspender las búsquedas siete días después de que ocurra una tragedia; o bien tras dos días sin encontrar a nadie con vida.
La prioridad ahora es distribuir la ayuda humanitaria que llega del exterior. Misión muy complicada para los voluntarios y las autoridades, sobre todo en las zonas más afectadas -Bahía de Caráquez, San Vicente, Jama y Pedernales-, las más cercanas al epicentro del seísmo. Los más necesitados, cansados de esperar, incluso se adentraban entre los escombros de un supermercado para intentar recuperar las provisiones aún aptas para el consumo.
El Banco Mundial anunció que prestará 150 millones de dólares a Ecuador para la reconstrucción de las ciudades devastadas.