Contratemos a un gerente, a ver si él sabe salir de este lío

Madrid

No hay mucho que decir esta mañana del PP. O, por lo menos, nada distinto de lo habitual. Porque poco novedoso hay en que otra figura de primerísima fila del partido, Rita Barberá, sea acusada formalmente de corrupción. Ni tampoco que Rajoy diga que no tiene nada distinto que decir al Rey, lógico si lo único que ha hecho en estos meses ha sido estar tumbado a la bartola, comiendo la sopa boba, sin mover un solo dedo para salir del bloqueo. Tampoco hay noticias destacables entre los socialistas, agazapados en su rincón repasando los papeles para armar una campaña electoral atractiva para sus votantes. Esfuerzo exige la labor, desde luego. Pero los pimpollos, están en la edad, se desatan y Albert Rivera, por ejemplo, se saca de la chistera la ocurrencia de buscar un independiente para presidir el Gobierno. Les recuerdo -la memoria es frágil- que esa misma propuesta ya la hizo Pablo Iglesias poco después de las elecciones y la reiteró en marzo. ¿Coinciden entonces Rivera e Iglesias, Iglesias y Rivera en algo? Pues al parecer sí: en el desprecio a la política y a los ciudadanos que han ido a las urnas. Somos tan incapaces de llegar a ningún acuerdo, vienen a decir, que contratemos a un consejero delegado que sepa cómo hay que hacer las cosas porque nosotros no sabemos. Estupendo, diría Forges.

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