La traducción "domesticar" en 'El Principito' no se corresponde exactamente con la palabra de la versión original
Con la celebración del Día del Libro, contrastamos la interpretación de dos adultos y nos acercamos a la versión original para aprender la palabra: "apprivoiser".
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Madrid
La semana pasada les preguntamos qué representan para usted los baobabs del libro de El Principito, de Saint-Exupéry. Quizás buscar la respuesta les ha impulsado a ojear de nuevo esta novela corta. Eso es lo que les ha pasado a Jorge y a Alfonso, dos adultos muy niños con los que hemos hablado.
No sé si saben que El Principito se ha traducido a más de 257 lenguas, e imagino que supondrán que en este siglo XXI ya se ha expandido en diferentes formatos: película, comis, grafitis, más libros, nuevas ilustraciones, incluso los personajes tienen perfil en Twitter... Pero nosotros, nos centramos en el libro, tangible, con sus hojas de papel. Comenzamos a charlar con Jorge, que valora la estética infantil.
"¿Tienes visa? Sino, no puedes cruzar las fronteras"
Cuando releemos estos fragmentos, a cada uno le evoca una sensación diferente, ¿verdad? Y no me negarán que son escandalosamente actuales. En cualquier caso, hay lectores aférrimos que recurren a estas páginas para evocar una sensación de nostalgia y, también, los hay que lo hacen para recuperar las enseñanzas adquiridas mientras se leía.
Por su parte, Alfonso se queda con una lección: La ignorancia de los niños desarma a los adultos.
Ay... Esas carencias y esas maravillas de los adultos, esos adultos que, en muchas ocasiones, se olvidan de ser niños. Jorge y Alfonso discrepan entre ellos.
Sin duda, este libro algo tiene que lo hace diferente al resto. Y sobre todo lo convierte en un libro especial. ¿Quién sería la primera persona en leerlo? ¿Un niño o un adulto? Fuera quien fuese... este libro es un nexo entre dos esferas.
Y en esas esferas: la del niño y la del adulto, como decía Alfonso, hay infinitas interpretaciones, quizás tantas como niños y adultos lectores. A continuación, cada uno nos da su visión de diferentes elementos de los viajes del principito. Comenzamos por Jorge y le hacemos la pregunta con la que comenzábamos el reportaje: ¿Qué representan los baobabs para ti? Esos que arrancaba de raíz nuestro protagonista para que no resquebrajara su planeta.
A Alfonso le preguntamos qué entiende él por "Lo esencial es invisible a los ojos".
Y Jorge se pone serio cuando analiza a la rosa, la que domesticó al principito con su belleza, hasta que él decidió marchar:
Ojo a la interpretación de Jorge sobre la inofensiva rosa; puede impulsar a aquellas personas que no se sientan con fuerzas para enfrentarse a ciertas situaciones.
Y volvemos a Alfonso para repensar la palabra por excelencia del libro: "domesticar".
Después de escucharle, a una le da pena no haber seguido estudiando francés porque, por no leer en el idioma original, nos perdemos pequeños detalles, matices... que colorean la historia más sí cabe. Para conocer mejor el significado de esta palabra traducida como "domesticar", hemos hablado con Steph, que se define como una francesa en Madrid.
Y antes de despedirnos de ella le preguntamos qué significa para los adultos franceses este libro: "poesía sin rima".
Y con este acento nos despedimos de este universo paralelo que si algo pretende no es otra cosa que incentivar la lectura para descubrir libros que se convierten en un refugio.