Togas de oro

Madrid

Ausbanc, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, que según la policía ha podido estar ejerciendo chantaje, se presentaba en su página web como una prestigiosa asociación formada por más de cien abogados en toda España. Es de suponer que no todos conocían la actividad extorsionadora de la empresa para la que trabajaban, pero también que más de uno y de cinco tuvo que conocerla necesariamente.

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La verdad es que la fama de determinado sector de la abogacía no atraviesa su mejor momento en este país. Los papeles de Panamá han señalado algunos despachos en los que se asesoraba a los clientes sobre cómo evadir impuestos en España. Hace solo un año, una de las denominadas togas de oro del país, Emil Cuatrecasas, llegó a un acuerdo con la fiscalía -que le acusaba de ocho delitos contra la Hacienda Pública- para pagar casi seis millones de euros, multa incluida, y recibir así solo una condena de dos años que le permitía no ir a la cárcel.

Por lo que afirma la policía, Ausbanc financiaba a su vez a Manos Limpias, otra asociación sin ánimo de lucro que se definía como sindicato y que se dedicaba a presentar acusaciones particulares en determinados procesos judiciales. Una vez más, es de suponer que no todos sus abogados sabían de qué iba la cosa, pero que más de uno y más de cinco tuvieron que necesariamente saberlo. En fin, quizás lo más urgente sea examinar la legislación que regula las entidades sin ánimo de lucro que resultan estar vinculadas a multitud de firmas con mucho ánimo de lucro. Ausbanc, por ejemplo, está indirectamente ligada a más de veinte empresas, donde se supone que ocultaba el dinero que le pagaban por las extorsiones, a través de fingidos acuerdos publicitarios.