Las algas: un manjar repleto de beneficios

¿Sabías que se producen millones y millones de toneladas de algas al año? China es el mayor productor de algas comestibles con 5 millones de toneladas anuales, seguido de cerca por Japón y Corea.

La mayoría de estas se destinan al consumo humano y entre las más utilizadas se encuentra la porphyra (Nori, en japonés), que es con la que se prepara el sushi. También otras con fines no alimenticios, como el Agar Agar, de la que se obtienen alginatos, que se utilizan en la industria como emulsificantes y estabilizantes.

Se calcula que hay en torno a 27.000 especies de algas diferentes en el mundo y es probable que queden unas cuantas aún por descubrir. Las hay de agua dulce y salada, con formas muy diversas y, por lo general, juegan un papel importante en la producción de oxígeno, gracias a la fotosíntesis.

Las propiedades de las algas

Muchos tipos de algas, como la Clorella, Dunaliella y Espirulina, son una gran fuente de vitaminas, minerales y ácidos grasos. El consumo diario recomendado de algas sería de entre 20 y 30 gramos. Su riqueza hace que con poca cantidad aporten más minerales que, por ejemplo, las verduras terrestres. Y es que son ricas en yodo, hierro y calcio así como en potasio y magnesio, aunque en cantidades menos importantes.

Como ya hemos comentado anteriormente, contienen asimismo alginatos que, de acuerdo con una serie de estudios realizados en la universidad de Montreal, favorecen la eliminación de metales pesados del organismo.

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Cuentan con una gran variedad de vitaminas -A, B, C, D, E y K- y tienen un elevado nivel de hidratos de carbono y proteína vegetal.

La mayoría tienen también sodio, cobre y zinc, y contienen polisacáridos sin almidón, una fibra en forma de gel que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre y reduce los triglicéridos.

Contraindicaciones de las algas

¡Ojo! A pesar de sus propiedades y de los muchos beneficios que pueden proporcionar las algas comestibles, hay que tener cuidado con ellas en casos muy concretos, como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo.

Para las personas que padecen alteraciones en la tiroides es fundamental suprimir por completo el consumo de algas. Su alto contenido de iodo afecta a la función de la glándula. Hay, además, algunas variedades de algas que se recomienda no consumir, o hacerlo en pequeñas cantidades, durante un embarazo.