Primero, convencer a los suyos

Madrid

La primera parte de la sesión de investidura se inicia esta tarde sin acuerdo para elegir al presidente del Gobierno. Lo previsible es que líder socialista, Pedro Sánchez, no incluya nada en el discurso que pronunciará en el Congreso capaz de hacer cambiar de opinión a Mariano Rajoy ni a Pablo Iglesias o de atraer el voto o la abstención de Podemos o de sus confluencias.

Ampliar

Cerrar

La oferta que realizó el PSOE ayer a Podemos no contenía realmente ninguna novedad respecto al documento firmado con Ciudadanos. El esfuerzo fue un poco más visible en las ofertas a las confluencias, es decir, Compromís o las Mareas, pero aun así estaba claro que eran propuestas insuficientes. Así que la primera votación, que se realizará el viernes por la noche, será, previsiblemente, negativa.

Lo interesante hoy y mañana no es tanto el resultado final sino el tono de los discursos, tanto el de Sánchez como el de las respuestas de los portavoces de los demás grupos. Esta tarde habrá que fijarse atentamente no tanto en si Sánchez logra convencer o no a los diputados de Podemos, sino en si es capaz de llegar y seducir a los propios militantes y simpatizantes socialistas. Si lo logra, afianzará su papel como líder del PSOE y asegurará su rol como candidato. Si no lo consigue, abrirá una brecha extremadamente peligrosa. Tiene la ocasión y la tribuna para explicar lo que ha hecho hasta ahora. Sería importante que el candidato no realizara maniobras de confusión, aludiendo a derogaciones que no existen o ideas que no se han plasmado en el pacto con Ciudadanos. Tiene lo que tiene y es sobre eso sobre lo que tiene que convencer, primero a los suyos. Sin eso, sin el apoyo de sus simpatizantes y militantes, no habrá ocasión de negociar después con los demás.