¿A qué hora empieza tu jornada laboral? Podrías sufrir ‘jet lag’ social
No todos los organismos están preparados para trabajar a las 8.00. Según un libro blanco la hora ideal para empezar la jornada son las 10.00
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¿A qué hora empieza tu jornada laboral? Podrías sufrir ‘jet lag’ social / GETTY IMAGES
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Madrid
Duermas las horas que duermas, madrugar no te gusta. Que no te siente bien despertarte pronto no es culpa del despertador, sino del reloj natural de tu organismo. Hay cuerpos que no están hechos para despertarse pronto. Esta es la conclusión que se extrae del libro blanco elaborado por Christopher Barnes, de la Foster School of Business de la Universidad de Washington, que apunta además que esta realidad es frecuentemente ignorada por las compañías empresariales, cuyas jornadas comienzan entre las 8.00 o las 9.00.
Los resultados de su estudio apuntan que ser o no productivo a esta hora del día no depende únicamente de la cantidad de horas de sueño que acumule tu organismo, sino del ritmo circadiano de cada persona, algo que viene determinado de manera biológica, según declaraciones de Till Roenneberg, profesor de cronobiología en la Universidad Ludwig-Maximilian de Munichrecogidas por la BBC.
El reloj interno de cada persona, que dicta el ritmo circadiano, no tiene por qué ser igual en todos los seres humanos. “Es como los pies,” dice Roenneberg a la BBC. “Hay gente que nace con ellos grandes, otro con ellos pequeños y otros muchos que tienen un tamaño intermedio”.
En la manera en que las empresas ajustan sus horarios es donde radica el problema para este catedrático. Normalmente, gran parte de las empresas tratan de ajustar sus horarios a las horas de luz y no tienen en cuenta esta variable, lo que puede provocar la pérdida de eficiencia de algunos trabajadores. Es lo que este libro blanco denomina jet lag social.
Volviendo a los resultados del estudio de Barnes, cuando los horarios de trabajo están alineados con las rutinas de sueño de los trabajadores, ellos dan su máximo rendimiento, están más concentrados, menos estresados y en general más sanos. Cuando esto ocurre al contrario, cualquier trabajador tendrá más problemas para afrontar la jornada e incluso más propenso a cometer errores. Hasta aquí es simple. Pues un efecto similar es el que sufrirían los trabajadores cuyo horario laboral no está alineado con su reloj interno: eso es el jet lag social, un estado de ‘tiempo muerto’ corporal, donde cualquier labor tan simple como contestar correos o responder teléfonos puede hacerse agotador.
Paul Kelley, catedrático de la Universidad de Oxford, afirma a la BBC que nuestros internos comienzan a moverse durante la adolescencia. Normalmente el salto del colegio al instituto hace que la hora a la que suena el despertador se adelante, ‘atacando’ a los intereses de los relojes internos del organismo, lo puede provocar privación de sueño crónica. A medida que pasan los años, Estos relojes comienzan a ajustarse a horas más tempranas, pero según las conclusiones de este profesor universitario, la mayoría de los trabajadores madruga más de lo que lo hace su organismo. “El día ideal de trabajo debería empezar a las 10.00”, concluye.