“No eres tú, es el doble check”
Una encuesta realizada entre 1.500 personas revela que el 54% de ellas ha usado o usaría el Whatsapp o el Facebook para dejar a su pareja
Madrid
Ni cartas ni llamadas telefónicas, en su defecto. Whatsapp, como La Celestina, presenta un doble filo: del “Te quiero” al “Si me lees, ¿por qué no contestas?” sólo existe un doble check. Incluso para la temida hora de la ruptura. Según una encuesta realizada por un portal de citas a 1.500 personas de a pie, el 54% de esas personas usarían –o han usado- Whatsapp o Facebook para dejar -o ser dejados- a la pareja, con la que llevaban un mínimo de tres meses.
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El mal trago está prácticamente ahorrado utilizando la aplicación, al menos, para quien decide cortar la relación. Para la otra parte, hay más posibilidad de drama. “Si mi novio me dejara por Whatsapp, lo mataría. Me parecería una manera muy ruin de romper conmigo”, ríe Alejandra. De darse esa situación, dice que lo llamaría inmediatamente “para que me diera la cara”. Algo normal, en opinión de Alberto Soler, psicólogo: "Dos factores claros cuando alguien deja a su pareja por Whatsapp son la impulsividad y que una de las partes tiene una personalidad que tiende a evitar enfrentarse a los problemas. Así que la primera reacción es de frustración, sorpresa…”.
- amar en tiempos de whatsapp
Por las redes sociales y los móviles rompen todo tipo de parejas, las que llevan más tiempo y las que llevan menos; aunque, según Soler, es más común ver hacerlo a los más jóvenes, e incluso a los adolescentes por el uso que les dan a las nuevas tecnologías. María conoce un caso en el que una amiga suya dejó a su novio por un mensaje de móvil. Y Abdú lo vivió hace cuatro años en sus propias carnes y por doble vía: “Mi novia me fue infiel y me dejó por Facebook. Y a las cuatro de la mañana me levanté para ir al servicio y tenía un Whatsapp en el que me recordaba que me había dejado”, cuenta.
Cualquier ruptura sorprende y duele. Y Whatsapp y Facebook “están para lo que están”, como opina Santi. Por eso, un mensaje por estos medios o cualquier otro, sin ningún tipo de tono, nunca va a sustituir a un cara a cara no demasiado duradero, pero digno, que además, ayudará a afrontar la nueva situación. “Debería caber una segunda lectura”, dice Soler. “Esa manera de evitarse el problema te da una información valiosísima sobre con quién estás. Así que probablemente sea lo mejor que podría haber sucedido”, sentencia.