¿Un voto de confianza inútil? Quizá, pero es lo que tocaba
José María Izquierdo fija su ojo sobre la situación del Partido Socialista y las posibilidades de pactos postelectorales
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El Ojo Izquierdo: '¿Un voto de confianza inútil? Quizá, pero es lo que tocaba'
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Madrid
Seguramente tienen razón quienes afirman desde el ámbito socialista –con mucho y sabio criterio- que es imposible gobernar con 90 diputados en un Congreso de 350. Sería un suplicio que nunca podrá llegar a cristalizar en nada positivo, afirman. Y no sólo por una simple cuestión aritmética, tantos de aquí y tantos de allá, sino por la inestabilidad absoluta en la que se encontraría ese gobierno dependiendo de los humores –y los intereses- de gentes tan variadas y no siempre fiables por su propia debilidad interna. Por tanto, aconsejan no crear expectativas falsas, porque la operación, desde antes de empezar, está condenada al fracaso y alentarla nos conducirá inexorablemente a la melancolía.
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Es muy posible que tengan razón quienes así se lo advirtieron a Pedro Sánchez, incluso con el mejor ánimo de ayuda y colaboración. Pero quizá, solo quizá, ahora tocaba tirar los dados, a ver si hay suerte, antes que encerrarse en la cueva del pesimista o el cobarde.
¿Cómo y por qué habría que negarle a Pedro Sánchez, y al partido del que es secretario general, que nadie lo olvide, esa posibilidad, por muy remota que nos parezca? Ya hay un equipo negociador –por cierto, bien representativo de lo más estable del PSOE- y ahora empezamos otra partida.
Pongamos, por favor, el marcador –especialmente el mental- a cero. Y esperemos. Para llorar siempre hay tiempo.