Pedro Sánchez tiene razón

Madrid

El Partido Popular cometió un error gravísimo negándose a aceptar responsabilidades políticas por la evidente trama de corrupción que ha crecido y arraigado en su seno durante años a nivel nacional, autonómico y local. La rotunda decisión que tomaron sus dirigentes de negar la evidencia, de distorsionar el lenguaje hasta extremos sin precedentes y de proceder con una desvergüenza y descaro que solo cabe calificar de cinismo, ha producido un daño serio a las instituciones democráticas del país, en el concepto que tienen los ciudadanos de los políticos y en la credibilidad de los propios militantes populares que, sin tener la menor culpa y mereciendo todo el respeto, sufren las consecuencias del deterioro de su organización.

Ampliar

Cerrar

Los máximos dirigentes del PP han tenido varias oportunidades de corregir su actitud, de dar un paso atrás y de permitir que otros políticos populares, más jóvenes y sin responsabilidad en esa penosa trayectoria, pidieran perdón a sus militantes y a los ciudadanos y se hicieran cargo de la regeneración del partido. No solo no se plantearon esa posibilidad, sino que lucharon a brazo partido para seguir controlando al PP y salvar sus propios sillones y prebendas.

Parece increíble que un sector del Partido Socialista no se dé cuenta de que, efectivamente, si el PP gobierna gracias a la abstención del PSOE, se habrá producido una especie de indulto político de la corrupción, totalmente injustificado. Tiene razón Pedro Sánchez cuando defiende que la única manera de que el PP asuma su responsabilidad es que, obligado por el voto de los ciudadanos, pase a la oposición. Y tiene razón Sánchez en que frente a la corrupción política no bastan los tribunales, por muy necesarios que sean. La única manera de luchar eficazmente contra ella es que los ciudadanos vean con sus propios ojos que tiene un coste político enorme.