El diálogo en los tiempos del Whatsapp
Políticos que hablan a través de carta, teléfono, SMS, servicios de mensajería... Y pocas veces, cara a cara
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Rajoy, usuario activo de SMS, envió su última propuesta a Sánchez desde un plató de televisión. / Carlos Serrano (EFE)
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Madrid
Al buzón ya no llegan ni los recibos. Las compañías van optando paulatinamente por eso que llaman la factura sin papel, es decir, el PDF que se descarga desde la web. Consumo responsable de celulosa... o ahorro. En los puestos de suvenirs se acumulan las postales, a las que se les amarillea el cartón al tiempo que pierden el color de la foto con el Oso y el Madroño. La filatelia irá perdiendo capacidad de acutalización, víctima del avance en las telecomunicaciones.
Pero nuestros políticos siguen utilizando cartas.
Lo hicieron hace unos meses, durante la precampaña de las elecciones catalanas. Abrió la moda Felipe González en una carta abierta a los catalanes... Que encontró respuesta una semana después con la carta de Artur Mas a los españoles. También recurrió al género epistolar la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cuando escribió una misiva a Mariano Rajoy para que ayudara a los refugiados. Pablo Iglesias, el líder de Podemos, recogió el testigo con una carta a Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera en la que los emplazaba a debatir en televisión.
Recuperar la carta como género no ha sido el único método utilizado por los políticos últimamente. Poco después de las elecciones generales del 20 de diciembre, nuestros políticos sí se vieron en persona. Un espejismo de lo que vendría después. Hace apenas ocho días Pablo Iglesias le ofrecía a Sánchez una posibilidad de Gobierno... Y lo hizo a través del Rey y de una rueda de prensa posterior. Al día siguiente, Sánchez y Rivera hablaron... pero por teléfono. Iglesias estuvo todo el fin de semana, o eso dijo, esperando a que Sánchez le llamara después de haberle enviado un guasap o un Telegram, que es lo que utiliza Podemos: "Pedro, tenemos que hablar de mi propuesta de Gobierno". Sánchez, en Twitter, dijo el domingo que había llamado al líder de Podemos pero que no había podido contactar con él. Después de ese tuit, al fin hablaron, quizá Iglesias se dio cuenta de que se había quedado sin batería o vaya usted a saber. El caso es que hablaron... otra vez por teléfono.
Y el lunes supimos que Rajoy le había mandado un SMS, un mensaje de texto, a Albert Rivera. El líder de Ciudadanos luego llamó al presidente en funciones. Rajoy es de los que utilizan SMS, qué duda cabe, y eso que nunca le han salido bien. Basta con recordar aquel 'Luis, sé fuerte'. Otro lío es más reciente. Pongámonos en situación. Viernes, 11 de diciembre de 2015. Ese día los talibán atentaron contra la embajada española en Kabul. Horas después, Rajoy envió a Rivera un SMS en el que descartaba totalmente que la intención de los ataques fuese atentar contra la embajada española en la capital afgana. Apenas la mañana siguiente, desde Moncloa no descartaban ninguna hipótesis.
Precisamente Rajoy ha sido el último en protagonizar este modo de comunicarse con sus homólogos de otros partidos sin el contacto directo. Este pasado miércoles, sin ir más lejos, ofreció un acuerdo al PSOE desde un plató de televisión.
Están agotando todas las vías y ya sólo queda preguntarse cuándo recurrirán al morse.