Investidura a la carta
La estrategia de Rajoy es esperar a que fracasen los demás y la investidura le caiga por eliminación
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Madrid
La espantá de Rajoy aboca a España durante los próximos días no sólo a una situación inédita sino insólita. Un presidente en funciones que declina la propuesta del Jefe del Estado a someterse a la investidura, que ignora al Parlamento, y que se reserva para mejor ocasión. Investidura a la carta se llama esta nueva modalidad. La innovación política no era exclusiva de Artur Mas. Rajoy también se apunta.
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Pepa Bueno
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Pepa Bueno
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Porque, tras ese rechazo y el desaire a la propuesta del rey, la estrategia es esperar a que fracasen los demás y la investidura le caiga por eliminación. Un alarde de iniciativa política. Todo lo que ha hecho desde el viernes, que sepamos, es llamar ayer a Albert Rivera y emplazarlo a hablar después de la siguiente ronda de contactos. ¿Con qué deberes hechos se presentará en Zarzuela esta vez? ¿Podrá argumentar que lo ha intentado y no le sale y se retira del todo y por lo tanto su grupo parlamentario propone otro candidato? ¿O llegará, dirá que todavía no se han estrellado los demás, y se irá de nuevo a esperar a La Moncloa?
Así estamos, fumándose un puro, sin que corran los plazos, esperando que el resto de partidos, sobre todo el PSOE, pero también Podemos y Ciudadanos, se enzarcen en las contradicciones propias de una negociación. Con la boca llena de orden y estabilidad y en la práctica provocando un tramposo bloqueo institucional.