Los intérpretes de los banqueros

Madrid

Se dice de los banqueros que, en general, se expresan de manera ambigua y retorcida. Tanto que uno de los más famosos reconoce en sus memorias que cuando le pidió a su novia que se casara con él, la mujer en cuestión no entendió nada y tuvo que ser un abogado amigo quien le tradujera la propuesta. Es decir, que los banqueros frecuentemente necesitan un intérprete y eso es lo que le pasa también al presidente del segundo banco más importante de España, el BBVA, Francisco González. Hay que interpretarle.

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Por ejemplo, cuando dijo en su última entrevista que el principal error de Mariano Rajoy fue “no explicar bien la corrupción”, seguramente quiso decir que el error fue no investigarla, porque a nadie se le puede ocurrir pedirle al presidente del PP que explique bien la corrupción dentro de sus filas. De hecho, el señor González viene a decir más adelante, y en eso sí que es bastante literal, que el señor Rajoy “tenía que haber conocido las prácticas irregulares” en el PP.

Seguramente hay que traducir también al presidente del BBVA cuando dice que en estos momentos todo el mundo debe olvidar sus intereses particulares y servir los intereses de España, porque es difícil pensar que el presidente de un banco se va a olvidar de sus intereses y de los intereses de sus accionistas en algún momento del día. En el fondo, el de los banqueros nunca es un pensamiento difícil de interpretar porque, en general, suele coincidir con la famosa frase aquella de que “lo que es bueno para la General Motors, es bueno para Estados Unidos”. Lo que es bueno para mí, es bueno para el país entero, seguramente cree el perspicaz presidente del BBVA.