Sundance, la gran cantera del documental
'Life, animated' es la historia de un chico autista que se sabe de memoria todas las películas de Disney. A través de sus diálogos ha conseguido salir de su aislamiento. La película ha sido recibida con entusiasmo en Sundance
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George Frey (EFE)
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Utah
Además de dar voz a los nuevos cineastas de todo el mundo, Sundance da la misma importancia al lanzamiento de los documentales como herramienta esencial de cambio social y político. Ayer se proyectó Life, animated del director Roger Ross Williams que ha filmado la historia de Owen Suskind, autista desde los 3 años y que gracias a su obsesión con las películas de Disney sus padres entendieron que Owen vivía dentro del mundo animado y a través de las situaciones, diálogos memorizados ha conseguido hablar, escribir y socializar. A sus 23 años Owen es el protagonista y cuenta su vida – en palabras de Aladín, La Sirenita- a la cámara.
Naturalmente, ante semejante publicidad terapéutica Disney ha cedido todas las imágenes de sus películas. Sin embargo, Life, animated es una tragedia porque Owen sigue siendo autista. Los héroes son sus padres: Ron Suskind, periodista del Wall Street Journal (premio Pulitzer) y su mujer, que durante 20 años han vivido un infierno hasta encontrar un resquicio para entrar en la mente de su hijo.
Ante la ausencia de recursos para ilustrar la confusión y el dolor de Owen, el documental recurre a una animación primitiva que reconstruye sus emociones. La puesta en escena de este festival está volcada al público y tras la primera proyección, toda la familia Suskind respondió a las preguntas y halagos de un auditorio entregado en cuerpo y alma. El padre, autor del libro autobiográfico del mismo título dio un buen consejo a otros familiares de niños autistas: “Busquen lo que le gusta y tiren de ese hilo”. Huele a premio.
La maternidad puede enloquecer
Y también en competición, pero en la categoría de ficción ayer presentó su ópera prima la directora y actriz argentina Ana Katz titulada Mi amiga del parque. Una inquietante historia sobre una madre joven burguesa que está criando sola a su bebé mientras su marido está en viaje de trabajo. Está superada por la maternidad y encuentra en el parque a otra madre extraña con la que entabla una inquietante amistad que le estimula y a la vez le horroriza.
Katz dice que la película nace de su propia experiencia de madre desbordada, y también harta de que la lactancia y la preocupación obsesiva por los hijos se ha convertido en una religión de Occidente. Es una interesante propuesta, que huye de los tópicos y apuesta por una manera más libre de ser madre. Por cierto, una maternidad con todo el peso sobre las mujeres y en total ausencia de los hombres. Sugerentes preguntas para quien se las quiera hacer.