Convertirte en tu propia oposición

Madrid

Esta semana Puigdemont ha votado con la oposición para no perder. Un gol en propia puerta que sube a tu casillero. El presidente de la Generalitat fue nombrado gracias a un partido que está en su extranjero ideológico, la CUP. La oposición quería la devolución de la paga extra a los funcionarios, Junts pel Sí no. ¿Qué hacer si gobiernas en minoría? Sumarte a la oposición. La banca nunca pierde. Pero cuando menos pierde la banca, es cuando no puede ganar.

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Sospechábamos que un partido hace lo que sea por llegar al poder, pero nunca se había dado el caso de que se convirtiese en su propia oposición. Es el viejo chiste de encontrarte a tres dándole una paliza a uno y contar que reaccionaste: que le pegasteis entre cuatro. Pero esto no es exclusivo de Cataluña. Lo veremos en España: partidos que tienen el poder de forma nominal pero asumen el programa de la mayoría de la oposición para fingir que mandan. Gobierno de imitadores. En algún caso gobiernos de humoristas. Qué está ofreciendo el PP a PSOE y Ciudadanos, qué le está diciendo el PSOE a Podemos, a qué está renunciando el propio Podemos. En una semana hemos pasado de líneas rojas a tener que separarlos para distinguirlos. Si hasta Rajoy pide un tripartito, si hasta Rajoy pide un ejército de Pancho Villa, que fue lo que atacó toda la campaña.

A Cercei Lannister, que era una gran pactista, y una mujer de muchas líneas rojas que movía a su antojo, le dicen en un episodio de ‘Juego de Tronos’ que "la información es el poder". Y contesta: "Poder es poder".