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HANS KHEVENHÜLLER

El Embajador Imperial

Khevenhüller nació en Spital (Carintia) en 1538 y murió en Madrid en 1606, ostentando el cargo de Embajador Imperial. Sus restos reposan en los Jerónimos. Un personaje fascinante en un lugar clave para la historia de Europa y del mundo

Hans Khevenhüller

Madrid

Este libro está compuesto por varias partes: un análisis de la vida social de la diplomacia en la segunda mitad del siglo XVI, el estudio de la vida de este embajador imperial y la edición de su escrito (el “Breve extracto del linaje…”) y la fama ulterior del apellido en la cultura española, o de la narración de cómo llegó a España en el siglo XIX un ejemplar de ese texto, hasta hoy desconocido.

SER Historia: La diplomacia en el Siglo de Oro (24/01/2016)

55:30

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El “Breve Extracto…” es un diario, una "autobiografía honesta", como dice el profesor Alvar, escrito para ser leído. Un diario muy personal, en el que queda vivamente reflejada la personalidad de Hans Khevenhüller, su orgullo a la hora de exigir su lugar en la Corte y su humildad cuando deja a los historiadores interpretar los acontecimientos fundamentales de los que es testigo. Y unas páginas que se humanizan con las noticias sobre su familia, detalladas descripciones de sus numerosas enfermedades, las penalidades de sus viajes y abundantes quejas sobre sus dificultades económicas, dado el retraso de años del emperador en pagar sus emolumentos que le llevan a situaciones complicadas (hasta "los Fúcares se habían negado a darme crédito").

Este personaje piadoso, discreto, de grandes lealtades (al emperador Maximiliano, a su emperatriz viuda, a su heredero Rodolfo), nos abre una ventana privada a la vida en las cortes de los Austrias, tanto en Madrid como en Viena, donde se gestaba la política de media Europa. E incluso a través de sus silencios y omisiones nos proporciona información vital sobre la situación en Flandes, la lucha contra el turco o los problemas con las sucesiones y las bodas reales que determinarían toda la política de alianzas de las coronas.

A través de las páginas del "Breve extracto…" vamos observando la evolución de Khevenhuller y su transformación en un personaje de gran influencia, al que consultan tanto su emperador como Felipe II, pero que, consciente de su papel, se sitúa siempre en un segundo plano, por detrás de sus señores: el vasallo ejemplar, siempre dispuesto a todo por el bien de su señor.

El libro

A raíz del empeño del doctor Alfredo Alvar por traducir el “Breve Extracto” de algunos escritos familiares recogidos por Hans Khevenhüller y, sobre todo, su propia autobiografía (traducciones de Mónica Sainz Meister e Ingrid Cáceres Würsign), se nos alumbra el apasionante mundo de las relaciones diplomáticas de las dos ramas de la Casa de Austria y los avatares del día a día de nuestro protagonista, desde antes de ser orator ante Felipe II hasta más allá de su muerte, con el estudio de su pinacoteca y su biblioteca, por ejemplo.

El Breve extracto es una excusa para ir más allá: se han estudiado por primera vez todos los envíos culturales entre Madrid y Viena/Praga desde los años 70 del siglo XVI en adelante; se han leído con profundidad los epistolarios de todos los embajadores de los Reyes Católicos (Felipe II y II) y los Emperadores, o incluso se han diseccionado los escritos diplomáticos españoles mandados y recibidos en Roma y Viena/Praga. La Europa de las cartas encriptadas y abiertas queda al descubierto y sus rutas, instrucciones y secretos desvelados. Igualmente, la fama y gloria de Hans fue ensalzada por su sobrino, también embajador, que se convierte en objeto de estudio de este libro, así como las estrategias familiares que conoció para sobrevivir en la Guerra de los Treinta Años, o la continuidad del apellido en la literatura e incluso el cine del siglo XX, entre otras cosas.

Fruto de esta inmensa labor científica es el descubrimiento de algunos manuscritos de capital importancia y hasta ahora olvidados, así como la constante lección de método histórico que nos ofrece el profesor Alfredo Alvar.

 
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